1. El Librero y el Desamparado: una noche especial


    Fecha: 19/07/2024, Categorías: Gays Autor: susansick, Fuente: TodoRelatos

    ... y comencé a chuparle los huevos mientras lo masturbaba lento pero con algo de fuerza.
    
    Estaba muy caliente. Cambiaba los dedos cada tanto, me volví loco cuando metió sus dos indices y comenzó a estirarme el ojete en todas las direcciones que podía. Mi ano cedía rápidamente y la dilatación le permitió meter su mano hasta la mitad, con su dedos comenzó a masajear mi próstata mientras yo chupaba su delicioso pene rebosante en fluido preseminal. De un momento a otro comenzó a estimularme mas rápido y mas fuerte, las olas de placer se volvieron tan intensas que no ´pude seguir chupando pues solo podía jadear y gemir con la boca abierta dejando caer hilos de saliva espesa sobre su falo. El tiempo se contraía y estiraba con cada pulso de mi cola hasta que sentí la leche juntándose en mis huevos, sentí la presión en la base de mi pene y luego la explosiva descarga de mi leche sobre la pierna de don Carlos. Me puse rojo, me apresure a lamer mi lefa hasta dejar su pierna limpia, entonces me dijo: Eres una nena deliciosa. Fue una frase fugaz, con los días ni si quiera recordaría lo que dijo, pero aquella frase impacto sutilmente en mi subconsciente con consecuencias que nunca habría imaginado.
    
    Me acaricio el pelo y paso su mano por mi espalda en una larga caricia. “Estoy todo transpirado“ Le dije y luego agregue “Todavía estoy temblando, siento mis piernas como de lana“
    
    -Deberías dormir, mañana es un día largo.
    
    -No aun-Replique- Aun faltas tu- Agregue mientras me metía su pene en la boca.
    
    Le di varias mamadas, entonces el se acomodo acotándose a lo largo de la cama. El me pidió que me subiera sobre el. Me costo, aun sentía estertores de mi orgasmo, pero me acomode como el quería: mi cola en su cara y mi boca abierta recibiendo su pene. Nunca he podido explicar claramente que siento al comerme una polla, pero es algo que me calienta desde la primera vez que lo hice. El me pedía que abriera la boca, que respirara profundamente, mientras lo hacia el levantaba su pelvis metiendo su glande hasta lo mas profundo de mi boca. Sentí su lengua frotando mi ano, lo lamió como si comiera un helado, podía sentir su respiración fuerte y profunda que terminaba en un gemido cada vez que su glande alcanzaba la entrada de mi garganta. Mas de una arcada tuve que contener, pero sentirlo a el gozando me dio fuerzas para superar todos los obstáculos y lentamente me metí toda su polla en la boca albergando parte de ella en mi garganta por un par de minutos luego de los cuales me lo sacaba para poder respirar. En una de esas pausas estiro su brazo y abrió el cajón de su velador. Alcance a ver que sacaba algo rosado y lo puso a un lado, no logre distinguir que era por que de inmediato me dijo tiernamente:
    
    -Anda sigue chupando
    
    Sonreí y me lo volví a meter hasta la garganta, no fue fácil, pero con cada metida mi garganta se hacia un poco mas dócil, en eso introduce un dedo gordo en mi ano y acto seguido me mete el otro. Me sentí mareado, me di cuenta que necesitaba ...