1. Nuestra amiga argentina la vuelve a liar con Virginia


    Fecha: 18/07/2024, Categorías: Sexo en Grupo Autor: dantraloco, Fuente: CuentoRelatos

    ... tardó mucho en acabar de nuevo, y ese grito de placer estuvo acompañado de una mordida en mi pezón que ¡aún tengo la marca!
    
    Después de acabar, nos ponemos de rodillas, se la empezamos a chupar entre las dos, otra vez hasta que el negro nos llena la boca de leche, el hijo de puta le alcanzó la leche para encastrarnos ¡a las dos! Y con Virginia nos besamos con las boquitas llenas de leche.
    
    Nos quedamos los tres un rato tirados en la cama con el negro en el medio, hasta que el negro dice que se tiene que ir, no, se habrá estado dos horas, pero dos horas solo cogiéndonos, mi culito y mi conchita ya no quería más.
    
    Me quedo con Virginia, me dice de pedir algo para comer, la verdad es que estaba cagada de hambre, comimos, nos tomamos unas cervezas, yo la verdad ya no estaba para volver, y Virginia me dice si me quería quedar a dormir, y la verdad me pareció lo mejor. Obvio aviso en casa para que no me rompan las bolas, y Virginia al rato me dice de ir más tarde a un boliche que va ella que se pone re bueno.
    
    Ok, le dije que sí, pero algo tranquilo, en serio, le dije que me había quedado la conchita ardida, me mato el negro, ¡ya no quería coger más!, y Virginia me dice que sí, que es solo para tomar algo, que me quede tranquila.
    
    Cuando terminamos de cenar ella me dijo que se iba a duchar, y que después me duchara yo, pero la verdad que es difícil de explicar lo que sentía en ese momento. No tenía ganas de coger más, estaba completamente satisfecha (como para no estar así después de semejante cogida), pero ver a Virginia mientras se sacaba la ropa para entrar en la ducha, me hizo calentar, ver como se desnudaba, hizo que saltara mi parte lésbica, aparte ya les dije, es muy guarra y me gusta eso.
    
    Ella enseguida vio mi mirada hacia ella, se acercó a mí completamente desnuda, y me apoyó sus enormes tetas en a las mías. “¿No me las querés chupar un poquito?” Me preguntó. Que hija de puta, como me conoce la zorra, ella sabía que yo quería que estuviéramos juntas de nuevo, yo me vendo sola, entonces le digo que tengo una idea mejor me fui desnudando frente a ella ¡y nos metimos juntas en la ducha!
    
    El agua caliente, el roce de nuestras pieles, las caricias por todas partes, hicieron que me calentara más. Cuando me quise acordar, yo estaba arrodillada lamiéndole bien despacito la conchita a Virginia, ¡como describir lo hermosa que es! Toda bien depiladita, rosadita, chiquitita, es tan hermosa que no podía parar de chupársela. Mi lengua jugaba con su concha, subía y bajaba, luego empecé a meterle dos dedos, después tres, su concha estaba tan dilatada por la pija del negro que hubiera entrado una mano entera.
    
    Virginia se mordía los labios al mismo tiempo que me con sus brazos me apretaba mi cabeza contra su conchita. A los pocos minutos me acabó, sintiendo como sus piernas temblaban de placer.
    
    Luego siguió mi turno, empezó también a chupármela bien despacito, recorriendo cada una de mis partes de la conchita, rozándome con su lengua mi ...