1. «Como perdí mi dulce virginidad a los 7».


    Fecha: 16/07/2024, Categorías: Gays Autor: EscritorGay, Fuente: SexoSinTabues30

    ... camisa, y me dejó ver que no era un simple chico, era ya todo un hombre, fuerte, grande, con unos brazos realmente ejercitados de tanto deporte que hacía, un pecho grande y firme, una mata de pelos en cada axila largos y negros, estaba ya muy caliente y poco a poco mi pequeña verga se empezaba a notar.
    
    —¿Tu no quieres ponete cómodo? —me dijo.
    
    —Em… Ahora no, tal vez al rato.
    
    —¿Qué pasa? Somos dos hombres sólo, puedes tener libertad de quitarte la camisa o lo que sea, al fin que ambos tenemos pito y bolas no?
    
    —Em… Si, eso si… —dije temeroso.
    
    Así que le hice caso y me quité la camisa, dejando ver mi cuerpo delgado, suavecito y tierno a su merced.
    
    —¿Y el short no lo quitarás?—me preguntó mientras se sentaba en su sillón de piernas abiertas y extendía sus brazos hacia atrás dejando ver los pelos en sus axilas.
    
    —Es que… No traje boxer puesto.
    
    Eso pareció gustarle, porque me lanzó una mirada de malicia, y sonrió.
    
    —Anda, puedes quitartelo, si quieres me quito el boxer para estar iguales.
    
    No lo podía creer, al fin iba a comprobar si eran ciertos los rumores de José, si su verga en realidad era un manjar para las chicas, si era tan grueso y largo como decían.
    
    Vi como se puso de pie y en un movimiento lento, fue bajando su bóxer, dejándome ver un trozo enorme, negro y peludo salir de ahí, rebotó hacia arriba pues ya estaba algo erecta, y no solamente eso, sino que lo acompañaron un par de bolas gigantescas, colgando de él, estaban totalmente cubiertas de pelos, gordas, al instante quedé enamorado, era el hombre perfecto para mi, un cemental con una vergota colosal qué podría romperme el ano cuando quisiera.
    
    Bajé mi boxer y dejé salir mi pene, era en ese momento de tamaño normal, moreno y mis nalguitas también, aunque esas si estaban paraditas y redonditas.
    
    —Mira ese culito, ¿como es que no lo había visto? —me dijo.
    
    Rápidamente y sin esperarmelo, se acercó a mi, miro hacia la ventana para ver que no viniera nadie y me llevó a su habitación, cerró la puerta con seguro y me sentó en su cama.
    
    —Alguna vez has visto lo que hacen los novios o esposos? —preguntó.
    
    —No, todavía no, sólo he escuchado—dije tímido aún.
    
    —Hoy vas a verlo.
    
    Tomo mi cabeza y sin piedad la acercó hacia su vergota, pude olerla un rato, era un olor a hombre, un olor increíble y que extraño todos los días, mi lengua empezó por comerme su cabezota en forma de hongo gigante (cabe aclarar que con trabajo entró en mi boca), él empezó a hacer que yo jugará con sus bolas mientras tanto.
    
    Me hizo lamerlas, primero una y luego la otra, intentó meterme ambas a la boca, pero era imposible, median como 7cm cada una.
    
    —Veo que no te quejas bebé —Entonces si eres putito como dicen todos.
    
    Asentí con la cabeza porque tenía una de sus bolas en mi boca, me la sacó y me puso en cuatro encima de su cama, me abrió mis nalgas y comenzó a lamer.
    
    Era la primera vez que hacía algo así, que alguien me hacia algo como eso, lo disfruté demasiado, estuvimos ...