Nunca me imaginé lo que haría con mi profe de e.f - Relatos Eróticos

Nunca me imaginé lo que haría con mi profe de e.f

... decirle lo que le quería hacerle y lo mucho que le gustaba su coñito y sus tetas.

Llegue a la conversación cuando ya estaba terminando y no duró mucho, cuando terminó, decidí llamar a la puerta para hablar con el. Yo estaba muy cachondo. Cuando lo hice, me dijo que esperara un momento, pensé que se estaría tocando y se tendría que poner de nuevo los pantalones. Cuando me dio permiso para pasar, descubrí que no me había equivocado, estaba algo despeinado y vestía los típicos pantalones largos grises de algodón que hacían que se le marcase todo el rabo en diagonal hacia arriba a la derecha. Con la voz entrecortada le pregunté sobre mi nota y abrió el libro de calificaciones.

Me comentó que tendría un 7 en la nota final y me pareció bastante poco para ser una asignatura segundona como es educación física, tenia apuntados todos los días que yo había faltado y varias pruebas que habían hecho esos días que no podía puntuarme: sentadillas, abdominales y resistencia. El chasco de la nota me había quitado parte del calentón. Le pregunté que si podía repetírlas y me dijo que se lo tendría que pensar y que el lunes fuera a hablar con el.

Me masturbe varias veces durante el fin de semana pensando en la llamada telefónica e imaginando como sería que me follara.

Llegó el día y regrese al departamento, llame a la puerta y no hubo respuesta, entonces abrí lentamente la puerta y pude ver a mi profesor con los auriculares en su móvil masturbandose en la silla. Me miro y cerré la puerta. Su polla era tal y como la silueta de la otra vez, larga y gorda, soy malo para los cálculos pero te diría que de unos 18 cm. Algunas venas se le marcaban. A mi me encantó. Pasaron unos segundos y me dijo que pasase. Me dijo que sentía que tuviera que haber visto eso y me explicó que llevaba un mes sin ver a su novia porque estaba fuera haciendo un curso y que no podía mas, se agarro ligeramente el paquete para enfatizar. Le dije que no se preocupara y que le entendía. Le hizo gracia lo de que le entendía y soltó una pequeña carcajada.

Ante mi respuesta, no dijo nada pero sonrió.

Abordamos lo de la nota y me dijo que en realidad le daba igual que hubiera faltado todos esos jueves, pero que no había días para poder recuperar las pruebas perdidas y que me iba a tener que aguantar.

Yo seguía petrificado e híper cachondo de cómo iba avanzando la situación, me tuve que recomponer para responderle.

Lo miré desconcertado y cuando vi que iba a por el cronómetro me di cuenta de que hablaba en serio y me puse en el suelo.

Empecé a hacerlos pero en seguida me dijo que parara.

Se pone delante de mí y empiezo a hacerlos y, tras haber hecho como 30 segundos interminables de abdominales se baja un poco el pantalón de pronto (calzoncillos no llevaba) y me suelta.

Se pone la mano en la polla para guiarla, y yo al subir haciendo el abdominal me la meto un poco en la boca sin pensarlo, él suelta un gemido. Repetimos esto unas cuantas veces más hasta que dice que pare ...