1. El sereno de la fábrica (Parte 2): El reemplazo


    Fecha: 14/07/2024, Categorías: Gays Autor: Qurioson, Fuente: CuentoRelatos

    ... un culo hermoso como el de una mujer" se me hizo un nudo en la garganta, su halago sobre mi culo, hizo que baje un poco la guardia y piense que en realidad este chico no quería humillarme ni burlarse de mi sexualidad, sino lo que quería era cogerme, como decimos en Argentina o follarme como dicen los españoles.
    
    Entonces algo provocó que se lance y me diga, "Desde que te vi desnudo y vi esa cola divina que tenés y ver a mi hermano garcharte (otra forma de decir follarte) me muero de ganas de cogerte esa cola, de penetrarte bien y preñarte", bueno dije, "pero vos sabes que soy amante de tu hermano" bajándole un poco el tono, pero sin cerrar del todo la posibilidad de que suceda lo que él quería y en el fondo yo también, porque negarlo. Mario no era mi marido ni le debía fidelidad absoluta, además creo que no hay persona más infiel que un puto, los habrá, pero no la mayoría, y sí, yo soy así y ante todo, me gustan los hombres, no los necesito lindos, los preciso buena gente, con un buen miembro que me haga gozar como mujer y que sepan tratar a un marica como yo.
    
    El hecho de no haberme negado rotundamente a su insinuación tan directa, y de haberme quedado allí sentado provocó que Carlos interprete que yo podía acceder a tener sexo con él, la verdad es que si yo no hubiera querido hacerlo, debería haberme levantado y marcharme, entonces se paró y caminó hacia mí, me quedé paralizado en mi asiento, me dijo claramente y para que no queden dudas "Te quiero coger putito".
    
    Yo seguía paralizado y mudo, tragué saliva, se paró justo frente a mi a muy pocos centímetros, tenía puesto un pantalón corto muy ajustado que resaltaba el pedazo de carne que tenía entre las piernas, y que puso justo frente a mis ojos, se lo tocó manoseándose el mismo y preguntó “¿Te gusta esto que tengo para vos?”.
    
    No pude responder nada, bajé la vista avergonzado en señal de sumisión, se inclinó hacia mí, tomó la parte de abajo de mi remera al tiempo que dijo "dejame ver tus pezones paraditos" era verdad, mis tetillas se habían puesto duras como dos botones y se notaban a través de mi ropa. Entonces dejé que levante mi remera, la levantó pasándola por mi cabeza y me la quitó, yo seguía mudo pero empezó a notarse que respiraba agitado por la excitación, confieso que se me pusieron los ojos vidriosos, eso extrañamente me sucede cuando estoy muy caliente y un hombre está a punto de poseerme.
    
    Tiró mi remera al suelo y empezó a rozar muy suave mis pezones, tengo mucha sensibilidad en mis tetillas, cerré los ojos y comencé a gemir como una nena “bájame el short", le obedecí, tire de la tela del borde hacia abajo, no tenía calzón, y apareció como si tuviera un resorte su hermoso miembro ya casi duro, con su glande rojizo por la calentura, era un poco más corto que la de su hermano, pero notablemente más grueso, y unos huevos grandes como dos pelotas de golf. Para mi, era la cuarta polla que me iba a comer en mi vida, pero claramente era la más gruesa que había visto, al verla ...