1. Como me convertí en la perra de mi asistenta. 4


    Fecha: 12/07/2024, Categorías: Zoofilia Autor: Naanno, Fuente: TodoRelatos

    ... perra. Cuando descargaron todo su semen, se salieron de mi y el tercero como si supiese que era su turno y bien estimulado por los tocamientos que le había hecho rápidamente me monto por delante como su compañero y si más empezó a culear queriéndome follar la boca yo la abrí y busqué metérmela en la boca para recibir una nueva ración de semen.
    
    No pensaba, solo quería mi ración de leche. Me follaba la boca ansiosamente y yo apretaba mis labios cerrando mi boca sobre ella no tardo a soltar pequeños chorros de semen que yo recibía cada vez con más naturalidad y reconozco empezaba a saborear. Hasta entonces me lo tragaba sin saborear mucho, como el que se toma una medicina, pero al empezar a acostumbrarme iba apreciando los diferentes sabores que tienen las corridas de diferentes pollas. Estos chorros sabían fuertes. Concentrado en mi lechita me pilló un poco por sorpresa cuando mi macho ya acostumbrado al agujero de su perra me la volvió a clavar al tercer o cuarto intento. Volvía a estar dando placer como una buena perra a dos machos. Mi macho, estaba follándome por segunda vez reclamando su total dominio sobre mi ante sus dos compinches. El que me había follado la boca en el primer asalto se limitaba a darme lametones en la barriga y, atraído por los brillantes hilos de líquido preseminal que gotean de mi capullo, de vez en cuando me daba unos cuantos lametones en la polla. Todo este cúmulo de sensaciones me tenían completamente extasiado y a esas alturas no tenia control sobre mi mismo.
    
    Me había metido completamente en el papel de ser una perra obediente y me sentía realmente excitado y a punto de correrme todo el tiempo. Y otra vez notaba crecer su nudo en mi interior y acabábamos enganchados de nuevo. Y así sin poder escapar del poderoso miembro de mi macho aprovechan los otros dos para follarme la boca por turnos. Así hasta que se vaciaban en mí de nuevo. Las piernas me desfallecían y mi dueña, que no se cansaba de ver cómo me cubrían y llenaban de leche por mis dos agujeros como si fuese una auténtica perra, se acercó y colocó una banqueta bajo mi abdomen para que aguantase sin caerme.
    
    Estuvieron alternándose para follar todos mis agujeros durante varias horas y pese a haber ingerido gran cantidad de esperma de mis tres generosos sementales el simple recuerdo que me provocaba el regusto que me había quedado en la boca me hacía querer más. Esos tres perros me habían hecho perder el sentido y en mi cabeza se empezaba a asociar orgasmos con tener el sabor del semen en mi boca. Haciendo que se estuviera convirtiendo en una necesidad para mi tener la boca llena de semen para conseguir un orgasmo completo. Mi dueña pareció percibir ese cambio en mí y me dio la sensación de que tenía muy bien pensado su plan y lo estaba consiguiendo más fácil de lo que pensaba.
    
    Perdí la noción del tiempo mientras iban turnándose para llenarme de leche hasta que parecieron relajarse y se tumbaron a mi lado. Perdí la cuenta de las veces que me montaron, ...
«1...3456»