Las vicisitudes de lesya, el fotógrafo - Relatos Eróticos

Las vicisitudes de lesya, el fotógrafo

... Por fin acercó la boca al capullo y lo introdujo en ella.

Lesya solo pudo meter el capullo de esa impresionante polla en su boca. Al hacerlo su coñito se inundó entero, calando sus blancas braguitas. Lo rodeo con sus labios y lo fue sorbiendo con mucha lentitud. Movía su cabeza despacio ensalivando cuantiosamente esa barra de carne. Mientras una mano sujetaba la polla en la boca, la otra acariciaba los testículos de él.

John estaba en la gloria y si esta chica continuaba así se correría como un quinceañero. Por lo que sujetándola por los hombros la subió y besando su boca deslizó la cremallera de la falda dejándola caer al suelo. Bajo besando cada centímetro del cuerpo de Lesya a la vez que deslizaba hacia abajo sus blancas y empapadas braguitas. La humedad de su sexo era visible y esto hizo que su ávida lengua buscase su sabor. Se acercó al coñito y lo empezó a lamer por fuera, recorriéndolo en toda su magnitud.

Inconscientemente Lesya abría cada vez más las piernas para dar cabida a esa fenomenal lengua que empezaba a volverla loca. sentía como entraba en su vagina y la recorría por dentro, para terminar chupando y sorbiendo su clítoris. Se sintió morir cuando él sujetándola por las caderas, llevó su coñito a la boca. Ahí, subida en su cuello y sujeta a su cabeza, tuvo el primer orgasmo de la sesión, que le hizo apretarse contra esa lengua, buscando el máximo placer.

John le dio la vuelta y procedió a seguir con su coñito. La polla le daba en la cara a la vez que John le comía el coñito. Sujetándola con fuerza se la metió en la boca y la ensalivó con gran maestría. John ya no aguantaba más así que sujetando sus caderas le acercó el coñito a su polla. Lesya se agarró con fuerza a su cuello, mientras esa preciosa polla entraba lentamente en ella. La polla entraba con gran lentitud abriendo las paredes de ese precioso coñito, que la iba acogiendo como que fuese parte de él. Cuando la tuvo entera dentro, ella gimió en un prolongado suspiro y un buen chorro de flujo cubrió la polla. El empezó un lento sube y baja que fue subiendo en intensidad a la vez que el coñito se lubricaba más.

- Vamos, más fuerte, más fuerte. Lléname de polla siiiii estoy a punto hummmsiiiii dame duro, másduroooooo

John le daba con todas sus fuerzas mientras Lesya se sujetaba a su cuello.

- Me coooorroooooooosiiiiihuuuummmsiiiiii.

John paró sus embestidas y fue la propia Lesya quien siguió cabalgando esa polla hasta quedar totalmente satisfecha.

- Rómpeme el culito cabrón, quiero esa polla dentro de mí, quiero que me rompas entera. Jodeeervamooos.

John bien mandado puso a Lesya a cuatro patas y empezó a comerse su culito. La lengua entraba dentro haciendo que Lesya temblara de placer. Iba introduciendo saliva en ese agujerito a la vez que lo dilataba con la lengua.

- Vamooos a qué esperas, ya no aguanto másvamoooos.

John apuntó su polla al estrecho agujero y de un empujón le metió el capullo.

- Vamos, todo, la quiero entera dentro, ...