Las vicisitudes de lesya, el fotógrafo - Relatos Eróticos

Las vicisitudes de lesya, el fotógrafo

EL FOTÓGRAFO.

Continuación de las vicisitudes de Lesya.

Lesya salió pronto, dejó a su amiga tumbada en la cama y se dio una ducha. Se puso un conjunto de raso blanco transparente y encima una camiseta y unos pantalones cortitos. Salió en busca del estudio fotográfico que le había dicho su amiga. Eran las diez de la mañana y había quedado a esa hora. Llamo al timbre y salió Thomas, un imponente rubio de más de uno noventa y unas espaldas de armario ropero. La miró de arriba abajo y se detuvo con descaro en sus tetas, movió afirmativamente la cabeza y la dejó pasar.

- Pasa, parece que podrás valer para esto. Siéntate ahí por favor. Bien ¿Cómo te llamas?

Lesya.

Bonito nombre, eres de Ucrania, ¿verdad?

- Si, he salido por la guerra y me gustaría ir a España, ahí tengo algunos conocidos y podré tener trabajo.

- ¿Por qué has venido aquí?

- ¿A Alemania? Pues porque conozco a Odette y era el sitio más cercano donde podía ir, necesito dinero.

- Bien, yo puedo pagarte unos mil euros por un reportaje erótico sexual de fotos y otros mil más si hacemos un video. Tendrás que mandarme un número de cuenta, ya que cada vez que se superen las cien ventas del video, o las cien visualizaciones, te mandaré otros mil euros. Por las fotos solo hay un pago.

- Bien, me interesa.

- ¿ qué te interesa, las fotos o el video?

- ¿Como sería el video, muy explícito?

- Totalmente explicito, si hay anal son quinientos euros más, se me había olvidado.

- No sé, no sé, ¿ y cómo haría las fotos, yo sola?

- No con John, él es un muchacho de color, tiene una muy buena herramienta y ya ha hecho másreportajes conmigo.

- Vale, te propongo ir grabando un video a la vez que haces las fotos, igual nos sorprendemos.

- Vale, no hay problema.

Sobre las once llegó John. Un tremendo espécimen humano. Dos metros de altura y unos brazos y unas espaldas de gimnasio. El brazo de John era más grande que la cintura de Lesya. John se acercó y plantó dos sonoros besos en las mejillas de Lesya.

- Bien, pasa a ese cuarto y vístete con la ropa que hay sobre la cama, la lencería, será la tuya.

Lesya entró en la habitación, había una blusa blanca muy fina y totalmente transparente y una faldita de cuadros escoceses muy cortita. Se quitó su ropa y se puso la que ahí había. También se puso unos zapatos de tacón, que encontró en la habitación. Se miró al espejo y se vio espectacular, la camisa al ser una talla menor, remarcaba sus pechos perfectamente y se podían apreciar sus duros pezones a través de las transparencias de las prendas. Salió a la habitación . John vestía un holgado pantalón de lino blanco, sin camiseta. La figura era impresionante y Lesyaabrió mucho los ojos, para poder abarcar semejante imagen.

- Cuando queráis empezamos

- Pues tú nos dirás.

- Acaricia su cara y bésala en el cuello.

John se acercó y besó con suavidad el cuello de Lesya, a la vez que con ternura acariciaba su cara. Thomas no paraba de sacar fotografías.

- ...