Tu, mi complemento perfecto 16 - Relatos Eróticos

Tu, mi complemento perfecto 16

Capítulo 15

Otoño, año 2016

Malya

Hace unas horas había salido al colegio como todos los días, una rutina que por lo general hacía en automático, desde que estaba en ese lugar y aunque sacaba buenas notas, ansiaba unas largas vacaciones para relajar mi cuerpo tras un ciclo escolar. Sin embargo, mi cuerpo se había acostumbrado a un ritmo de vida algo ajetreado, desde que iniciaba el día, hasta que todas las luces se apagaban en aquella residencia.

—¡Tienen diez minutos para hacer sus necesidades! —expresó aquel tutor que nos acompañaba todos los días.

Aquel autobús, nunca se había quedado atascado en un tráfico tan horrible como esa tarde y mientras veía como algunos jóvenes bajaban, pensé en aquella clase de pintura que me esperaba con los niños que me habían asignado.

—¿Crees que ese par se estén liando? —dijo Monse, al sentarse a mi lado.

—Pero que carajos —expresé alterada.

Esa castaña, tenía la manía de asustarme cada que tuviese la oportunidad con tal de saciar su curiosidad sobre algún tema y ese día, no sería la excepción. Ella al igual que todos los jóvenes en ese autobús, teníamos unos asientos asignados para que las personas que estaban a cargo de nosotros, no nos perdieran de vista.

—Entonces, ¿Quieres apostar a qué si tienen algo? Quien sabe, quizás está vez me ganes —comentó.

—Porque no regresas a tu lugar o harás que nos regañen —dije, sin quitar la mirada de la ventana.

—Deberías tener más sentido del humor, tal como esa chica a la que le enviaste ese regalo —expuso.

No fue que nombrará a Charlie y tuvo toda mi atención, ¿Cómo sabía que ella tenía buen sentido del humor? Acaso, ¿La estaría espiando?

—Vaya, solo es que te nombre aquella chica y espabilas —se burló.

—¿Qué quieres? —dije, al ver que se traía algo entre manos.

—Primero que nada, quiero que sepas que no me he metido con tu chica, solo la mencioné para llamar tu atención —intentó explicarme.

—Como digas —la miré desconfiada.

—Necesito que este sábado, me hagas el pare, pues mi chica pronto saldrá de la residencia y quiero tener una noche de sexo para despedirla —comentó.

—¿Y que ganó yo? —me perdí en sus ojos.

—No había pensado en eso—dijo, al mismo tiempo que se puso pensativa—Haré cualquier cosa que me pidas, te lo prometo —manifestó, sin pensarlo dos veces.

—¿De verdad crees que tengas un futuro con esa chica? —mi pregunta, la tomó desprevenida.

—Sí, aunque todo el mundo crea lo contrario —respondió sin titubear.

—Entonces ya sé que pediré a cambio —dije y ella frunció el ceño.

—No me digas que te apetece un trío, porque no pienso complacerte —comentó.

—Serás tonta—le di un golpe en la cabeza—Lo único que deseo pedirte a cambio, es que cuando salgas de esa residencia, la busques y te vayas a Porvoo, como tanto me has comentado —enuncié.

—Dalo por hecho —estrechó mi mano y se fue a su asiento.

La respuesta que me dio ante su noviazgo me dejó helada, porque jamás pensé que escucharía algo ...