Una aventura increíble 2 - Relatos Eróticos

Una aventura increíble 2

... el vestido y se ponga, apoyando la barriga en el columpio, dejando su culo en pompa, le até las muñecas con el cinturón de tal manera que no puede levantarse y uso su vestido como antifaz para que no vea nada. Un momento, le digo, y haciendo ruido, me alejo a la zona de árboles, sin perderla de vista y parto una rama fina de mas o menos un metro de largo, ¡ostras!, que sepáis que no son tan fáciles de partir como parece y me cuesta la cabrita como 5 minutos.

Me vuelvo a acercar esta vez de manera silenciosa, para que no sepa que estoy allí, y PLASH, le doy con la rama mas o menos fuerte. Intenta gritar y moverse de manera desesperada. Creo que le ha dolido, pienso, mientras esbozo una sonrisa y sale una franja roja en el centro de sus nalgas. Cuando para de moverse tanto, le doy otra, y otra, hasta darle unas quince veces, con lo que le queda el culo como un código de barras. Le quito el antifaz improvisado, le desato las manos y le ayudo a incorporarse, le ato el cinturón al cuello y tirando de ella, como si fuera una correa, hasta el límite del parque. ¿Has aprendido la lección perra? Le digo mientras le quito el cinturón y le doy el vestido, póntelo.

Después de allí llegamos hasta mi casa y nos fuimos a dormir, estuve tentado de hacerla dormir en el suelo, pero pensé que mejor otro día, de momento la prefería en mi cama.