De respetada mujer casada a puta de burdel 6 - Relatos Eróticos

De respetada mujer casada a puta de burdel 6

... unas pinzas de estas de cocodrilo en ellos, clavándose los dientes en mis pezones.

Después del tratamiento que estaban recibiendo mis pechos los tenia sensibles y doloridos, notaba como ardían de dolor, pero no contento con ello, cogió una vara de la pared y comenzó a golpearlos hasta que las pinzas se soltaron de mis pezones. El dolor que sentí cuando la circulación volvió a ellos y la tanda de varazos que estaba recibiendo, hizo que mis piernas ya no me sujetaran y quede colgando del techo.

Podía ver como aquel hijo de puta se había excitado. Me solto los brazos haciendo que cayera el suelo medio inerte, y agarrándome del pelo comenzó a follarme la boca, yo ya no tenia fuerzas y me deje hacer. Acabo con una abundante corrida en mi garganta que no me quedo mas remedio que tragar y tras darse la vuelta me obligo a limpiar su culo.

Tras eso, Lucia me curo las heridas y estuve un par de días sin poder moverme de la cama.

Lucia seguía insistiendo en que subiera con ella al escenario, que seria divertido y me lo pasaría bien, y que las propinas solían ser buenas.

Finalmente acepte y lo preparo todo para un par de noches mas tarde. Lo harían una noche que solía haber bastante clientela, pero en ningún momento quiso contarme en que consistiría.

Una media hora antes de comenzar, fuimos a la parte de atrás del escenario a prepararnos. Había dos trajes de cuero, uno para cada una, los cuales dejarían nuestros pechos al aire. Despues de desnudarnos, y antes de vestirnos, me unto el cuerpo entero de aceite, lo que haría que mi cuerpo brillara en el escenario.

Tras vestirnos salimos al escenario, el local estaba abarrotado. Yo solo llevaba el traje de cuero y unos zapatos de tacon.

Al llegar allí, lo cierto es que me asuste, lo primero que vi fue la cruz de san Andrés, con la que había tenido tan malas experiencias, Lucia me tranquilizo y me aseguro que no seria como las otras veces.

Lucía fue al centro del escenario conmigo detrás y comenzó a decir, que la zorra de detrás había sido descubierta robando a los clientes y al local, que si creían que merecía ser castigada, evidentemente todos corearon que si. Al ver el local, pude observar que todos los clientes estaban acompañados por alguna chica.

Lucía me llevo hasta la cruz donde me sujeto las manos y los pies impidiendo poder moverme. Comenzo a jugar con mis pezones primero con la mano y después con la boca consiguiendo que se pusieran duros rápidamente.

De una mesa que había cerca cogio dos pinzas metálicas, que coloco rápidamente en ellos, lo cierto es que a pesar de su aspecto estaban diseñadas para que se vieran mas dolorosas de lo que realmente eran. Yo gemí como si realmente me apretaran, supuse que era parte del espectáculo.

Despues cogio una bola que coloco en mi boca sujetándola de detrás de la nuca, argumentando que así no la oirían gritar. Los espectadores comenzaron a aplaudir y vitorear diciendo que la tenían que ver llorar.

Cogio un latigo largo de siete ...