De respetada mujer casada a puta de burdel 6 - Relatos Eróticos

De respetada mujer casada a puta de burdel 6

Los clientes llegaban me violaban y se marchaban. Aun que la mayoría solo quería un polvo o una mamada, había clientes verdaderamente sádicos.

El local tenía un calabozo, para este tipo de clientes, que tras pagar una pequeña cuota a mayores del servicio podían usar.

Allí realmente lo llegue a pasar muy mal. Después de ese tipo de servicios, pasaba varios días a base de calmantes y crema cicatrizante que me aplicaba casi siempre Lucia.

Hubo un cliente especialmente cruel, que disfrutaba torturando a las mujeres.

Después de haberme pintado excesivamente la cara, mas de lo habitual me llevaron a la mazmorra.

Solo debía llevar unos tacones, de unos 20 cm de alto, con los que apenas podía caminar, y un collar de perro.

En cuanto llegue, el cliente tirando del collar me obligo a ponerme a 4 patas, y me coloco una bola en la boca para evitar mis gritos.

Me sujeto las manos y los pies a unas argollas situadas estratégicamente en el suelo, evitando así poder moverme en exceso y mantenía mi cuerpo a su disposición.

Pude ver como se movía a mi alrededor pensando que hacer conmigo, estaba completamente a su merced.

Empezó a acariciar suavemente mi cuerpo con sus manos, hasta que comenzó a azotarme el culo con ellas. Rápidamente aumento la fuerza y la velocidad de los golpes, dejando mi culo ardiendo, pero aquello no había echo mas que empezar.

Encendió una vela y tras sentarse en mi espalda, era un hombre realmente pesado, apenas podía sostenerme así, metió la vela encendida en mi culo.

La cera derretida comenzó a caer sobre mis piernas y muslos, mientras el disfrutaba del espectáculo sentado sobre mi espalda. Rápidamente empecé a notar el calor de la llama en mi culo, pero en ved de sacarla dejo que se consumiera quemando mi culo.

Creo que si no hubiera sido por el bozal el grito que hubiera pegado habría asustado a todo el mundo.

El tipo aquel no dejaba de reírse mientras veía como me retorcía.

Después de azotarme con la mano un par de veces en el culo, me desato y colocando unas muñequeras y tobilleras me dejo colgando del techo, obligándome a apoyar todo mi peso sobre las puntas de los pies, apenas si podía llegar al suelo.

Asi colgada, comenzó a acariciar suavemente mis pechos y me besaba mientras con la mano libre hurgaba en mi coño, teniendo en cuenta como había sido hasta ese momento, estaba siendo bastante agradable el cambio.

Lo cierto es que me estaba empezando a gustar cuando de repente lanzo una serie de golpes con la mano abierta a mis pechos, provocándome un dolor extremo, quería gritar, pero el bozal me lo impedía.

Cuando se canso de azotarme con la mano, cogió un plug anal enorme que me metió sin lubricante en el culo, aquello era horrible, me estaba partiendo. Después cogió un vibrador que metió en mi coño y lo puso a máxima potencia. El cabrón se estaba cebando conmigo.

Así, comenzó a jugar suavemente con mis pezones hasta ponerlos tiesos como piedras, lo cual aprovecho para colocarles ...