1. Aventuras Dominantes. Parte 2


    Fecha: 17/06/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: RayFenix, Fuente: TodoRelatos

    ... mientras asentía con la cabeza y aumentaba la intensidad de sus movimientos. Yo empecé a masturbarme con más fuerza. No sé quien se estaba poniendo más cachondo de los dos.
    
    -Te doy permiso para que te lo folles hasta que se corra dentro de tu coño -. Dije con seguridad.
    
    -Sabes que dentro de mi coño solo te corres tú -. Dijo entre suspiros mientras se introducía dos dedos en la vagina.
    
    Y era la gran verdad. Antes de conocerme Marta nunca permitía que se le corrieran dentro de su coño sin protección, y a mi me pasaba lo mismo, nunca he sido muy propenso a usar preservativos pero siempre me corría fuera.
    
    -¿Y si te obligo a que dejes que se te corra dentro? -. Noté como mi pregunta la excito bastante.
    
    -Si no tengo otra opción… -. Ahora si que ella estaba más cachonda que yo.
    
    Me levanté del taburete y le quité de las manos la alcachofa de la ducha para poder jugar yo con ella sin dejar de apuntar a su sexo y dejarle una mano libre.
    
    - ¿Te gustaría sentir como otro hombre te rellena? -.
    
    Esta vez no respondió. Solo se dedicó a frotarse el clítoris con mas fuerza.
    
    -Métete un dedo en el culo -. Le dije de nuevo con mi voz asertiva.
    
    Estaba muy cachonda, porque inclinándose hacía la pared para que yo viera bien sus nalgas, y sin rechistar, empezó a meterse un dedo en el culo.
    
    -Mantenlo ahí y mastúrbate con fuerza hasta que te corras imaginando como esa persona te desborda con su semen -. Le ordené yo mientras con mi mano libre me masturbaba cada vez con más fuerza.
    
    Comenzó a gemir con fuerza, su cuerpo se estremecía, veía incluso como movía el dedo del interior de su culo. Bastaron tan solo un par de minutos para que se quedara paralizada y soltara un fuerte gemido llegando al orgasmo. La acompañe lanzando mi esperma sobre su espalda.
    
    Sacó su dedo con un leve gemidito y yo no pude evitar darle un besito en ese precioso agujerito.
    
    -Termina y vamos a ver una peli -. Le dije dándole una palmadita en el culo.
    
    La esperé en el salón cuando al poco rato se sentó a mi lado con el albornoz.
    
    -Ya estoy papi -. Me dijo besándome.
    
    En ese momento estaba loco por saber en quien había pensado mientras tenía esa intensa masturbación, pero decidí que era algo muy suyo. Ni siquiera yo, su marido, tenia derecho a entrar en la mente de mi querida Marta. 
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