Aventuras Dominantes. Parte 2 - Relatos Eróticos

Aventuras Dominantes. Parte 2

... había hablado de él y sabía que le resultaba bastante atractivo.

-Mira -. Dije señalando con la cabeza. - ¿No trabajaba ese tío contigo?.

-¡Sí! -. Dijo con tono de alegría. -Vamos a saludarlo.

La agarré del brazo para detenerla.

-Mami -. Le dije señalando su cuerpo.

-¿No querías exhibirme? -. Dijo mientras se llevaba las manos a las tetas y se estiraba los pezones para que se le marcaran a través del vestido. -Pues exhíbeme -.

Se soltó de mi mano y se acercó hacía él llamando su atención. Yo la seguí a un metro conduciendo el carrito de la compra. Prácticamente se abalanzó a abrazarle, con fuerza y con la intención de que sintiera sus pechos sobre su cuerpo. Mientras hablaban de viejos recuerdos, Marta comenzó su juego de coqueteos. La agarraba el brazo para que rozara con su teta, se levantaba el vestido un poco para rascarse el muslo. Yo no prestaba atención a lo que hablaban, solo podía fijarme en lo erótica que podía ser mi mujer cuando quería.

-Echanos una foto para el recuerdo -. Dijo mi esposa.

Pegó bien su cuerpo al del chico y les hice la foto. Mientras se comenzaban a despedir me fijé que hasta en la foto se le marcaba todo.

-Te la pasó -. Volvió a decir mientras me arrebataba el teléfono de las manos.

Marta miró la foto y con una leve sonrisilla maliciosa se la envió al chico. Se terminaron de despedir con otro abrazo intenso y nos dirigimos a las cajas. Ahora fue ella la que se levantó un poco el vestido para que se le viera el cachete, por sí el chico seguía mirando. Después de salir del supermercado comenzamos una de nuestras típicas charlas.

-Sabes que ese esta noche se va a hacer una paja a tu costa -. Comencé yo la conversación.

-No creo que vaya a ser la primera que se hace pensando en mí -.

Su respuesta me descolocó un poco.

-¿Lo calentabas en el trabajo? -. Continué preguntando

-A veces -.

-¿Y él a tí? -.

-A veces -.

La miré entrecerrando los ojos.

-¿Te ponía cachonda? -. Seguí indagando.

-Un poco -.

-¿Te has masturbado pensando en él? -.

-Alguna vez -. Respondió con un leve risa. -¿Tú nunca tes has masturbado pensando en otra? -.

-Touché -. Contesté riendo un poco yo también.

Nada más llegar a casa y soltar las bolsas en la cocina, Marta se dirigió al baño.

-Voy a lavarme un poco que llevo corrida hasta en los tobillos -. Dijo poniendo una falsa cara de asco.

Fui detrás de ella, la agarré de la cintura y la encaminé hacia la habitación. Sin decirle ni una palabra la empujé encima de la cama. Se me quedó mirando, pero tampoco dijo nada.

Me agaché y metí mi cabeza bajo su vestido. La verdad es que me había puesto bastante cachondo si actitud tan erótica con el tío ese de su trabajo, además aún no había estrenado ese chochito rasurado.

La agarré del culo y empecé a lamerle el coño. Al principio despacio, por encima de su vagina, por sus muslos luego ya introduciendo mi lengua en su interior. Estuve metiéndola y sacándola bastante rato hasta que ...