1. Magdalena – Primera Parte.


    Fecha: 11/06/2024, Categorías: Incesto Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... dormir, no necesitaba luz para pensar. Me preguntaba ¿En qué momento creció tanto? Si solo ayer se veía tan niña revoloteando por la casa. No sabía en realidad como afrontar esta situación ¿Qué hacer con mi descubrimiento? Cuanto más pensaba, más preguntas surgían espontaneas:
    
    —¿Debería ignorar el todo?
    
    —¿Debería investigar más a fondo?
    
    —¿Debería decirle a su madre?
    
    —¿Qué estaba haciendo con ese consolador?
    
    —¿Sabía a cabalidad como usarlo?
    
    —¿Habrá perdido su virginidad con ese artilugio?
    
    —¿Será virgen todavía?
    
    —¿Tendrá otros tipos de experiencia sexual?
    
    —¿Qué pasa con los muchachos?
    
    —¿Lo habrá ya hecho con algún chico?
    
    Todas las alarmas se me encendieron en alerta máxima y sabía que tenía que hacer algo. Me levanté después de varias horas y me escapé al dormitorio de Magdalena. Ella estaba acurrucada bajo su edredón y abrazada a su almohada. Me acerqué a su cama y ya no vi a mi niña, vi a una mujer cautivantemente bella, algo en mis bolas hormigueó, avergonzado me alejé de su cama y mi pie descalzo piso algo frio y metálico. Miré hacia abajo y vi algo reluciente, lo recogí con cautela, era el consolador, me avergoncé aún más cuando me lo llevé a mi nariz buscando de percibir el aroma de mi hija, mis bolas volvieron a agitarse. Escapé pudorosamente a mi dormitorio con el juguete sexual en mi mano, no sabía que hacer con él, así que lo escondí en uno de mis cajones del armario.
    
    A la mañana siguiente después de haberme duchado, me encontraba sirviéndome mis cereales y café, cuando sentí algunos estridentes gritos en el pasillo:
    
    —¡Pequeño asqueroso! … ¡Te metiste a mi cuarto mientras dormía! …
    
    Era Magdalena que discutía con su hermano menor, éste en tono asustadizo respondió:
    
    —¿Yo? … ¡Yo no! …
    
    —¡No me mientas, enano mentiroso! … ¡Lo sé! … ¡Tienes que haber sido tú! …
    
    —¡No! … ¡No sé de que me hablas! …
    
    Mi esposa no se pudo contener, inmediatamente salto en defensa del pequeño.
    
    —¡Magda! … ¿Qué pasa? … ¿Por qué estás gritando? …
    
    —Mami … tiene que haberse colado en mi habitación mientras dormía …
    
    —¿Por qué dices eso? … ¿Qué te ha sucedido? …
    
    —¡Ah! … Bueno … nada … no importa …
    
    Apenas mí esposa regresó a la cocina, escuché a Magdalena amenazar a su hermano.
    
    —Enano maldito … tienes que devolverme lo que te llevaste … devuélvemelo o te la veras conmigo …
    
    Inmediatamente supe lo que había perdido.
    
    Toda la mañana Magdalena estuvo irritable y nerviosa, mi hijo anduvo escondiéndose de ella hasta que mamá le permitió de salir a jugar con sus amigos. Entonces mi esposa la confrontó, preguntándole cual era su problema, pero ella le dio solo un gruñido como respuesta y mi esposa corrió a mí:
    
    —¿Has visto a esa loca de atar? … No se puede tratar con ella … es imposible … no sé que diablos le sucede ahora … tienes que hablar con ella, querido … yo no la aguanto más …
    
    Comencé a sonreírme y mi esposa frunció el ceño.
    
    —¿Te ríes? … ¿Qué es lo que encuentras tan gracioso? …
    
    —¿Recuerdas ...
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