Y así me inicié 1: Mi fantasía. - Relatos Eróticos

Y así me inicié 1: Mi fantasía.

... esperaba de mi y saque mi lengua y lami una polla por primera vez.

Era muy distinta la sensacion, comparada con el plastico del consolador con el que practicaba, podia sentir que estaba viva y caliente.

El medico, agarrandome del pelo, me metia la polla en la boca, obligandome a chuparsela.

La sensacion de sentirme dominada de esa manera me excitaba sobremanera, sentia todo mi cuerpo temblar y empece a succionar y utilizar mi lengua dentro de mi boca en su polla.

Pero no es lo mismo chupar una polla que un consolador, ahora no tenia yo el control, y el medico empujaba para que me la tragara entera dejandome apenas respirar, y aun asi me gustaba ser tratada de esa manera.

Al contrario de lo que me ocurrió a mi, el doctor tardo mas de cinco minutos en correrse, mientras yo chupaba su polla que ya llegaba al fondo de mi garganta.

Entonces fue cuando note un liquido espeso saliendo de ella, muy caliente, que lleno mi boca.

Varios chorros chocaron en ella, y por un acto reflejo me trague ese liquido.

Era su leche, su corrida, y yo, que pense que no podia gustarle a ningun hombre, habia logrado que uno se corriese por mi causa.

En ese momento tuve otro orgasmo.

-Awwwwww.

Estaba cansada y satisfecha de mi misma, me dolia la mandibula tras ser tratada asi, y no me di cuenta de que el medico habia vuelto a bajar a mi coño.

CLAC

Oi un ruido y note algo frio en mis partes. No sabia lo que era.

-Natividad, te he colocado un cinturon de castidad, he visto que aun sigues siendo virgen, asi que estaras todo el dia sin correrte y el domingo vendras a mi casa a las cinco de la tarde para que te folle por primera vez. Esta es mi tajeta con mi direccion.

Estaba sorprendida y asustada, e incapaz de responder nada. Tras ser desatada del sillon cogi la tarjeta, me arregle como pude y sali de la consulta notando el cinturon rozar sobre mis muslos.

Me dirigi a pagar la consulta nerviosa y roja de vergüenza.

La enfermera encargada de los cobros me miro con una sonrisa en su rostro.

-No hace falta que pagues, el doctor te invita por lo obediente y docil que has sido.

-Gracias.

Acerte a decir creyendome morir de vergüenza.

Sali del edificio y me dirigi a mi casa.

Estaba excitada por lo sucedido, queria llegar y masturbarme.

Cuando entre en mi casa me desnude, y vi el cinturon mejor, no habia manera de quitarmelo e impedia que me tocara, asi que empece a acariciar mis tetas, a jugar con mis pezones, me tiraba de ellos, los retorcia y pellizcaba.

Todo ello encima de mi cama, excitandome mas y mas, mi mano bajaba a mi entrepierna y tropezaba con el cinturon impidiendome el orgasmo.

No solo no fui capaz de correrme, si no que me excite muchismo mas. Y aun era viernes, faltaba todo un dia en ese estado de excitacion hasta llegar al domingo.

A las tres de la tarde del domingo sali de mi casa para dirigirme a la direccion indicada en la tarjeta que me entregara el ginecologo.

La mala suerte quiso que ...