Y así me inicié 1: Mi fantasía. - Relatos Eróticos

Y así me inicié 1: Mi fantasía.

... ese dia hiciese calor cuando estabamos en invierno.

Decidi ir con el mismo vestido de la anterior vez, pues no tenia otro, y habia leido que las sumisas tenian que llevar siempre falda para estar disponibles para Su AMO.

Como dije antes hacia calor y no llevaba abrigo que me tapase el escote que hacia el vestido.

Llamaba la atencion, y las miradas de hombres y mujeres se dirigian hacia mi.

Estaba roja de la vergüenza, pero tambien muy excitada.

Ademas no podia regresar a casa, si lo hacia, como me quitarian el cinturon, seria una situacion mas embarazosa todavia.

Apure el paso hacia la casa del ginecologo sintiendo la humedad bajando por mis muslos, y mi corazon latiendo de tal forma que parecia que se me iba a salir del pecho.

Sin darme cuenta jadeaba por lo apurada que andaba y tambien por la excitacion que tenia.

Llevaba dos dias sin correrme a pesar de que lo habia intentado, pero el maldito cinturon me lo impedia, y queria, y necesitaba, correrme.

Con esos pensamientos llegue al edificio donde se encontraba el domicilio del ginecologo.

Con mano temblorosa llame al timbre.

-¿Quien es?.

Me contestaron.

-Soy Natividad.

Respondi con apenas un hilo de voz.

-No conozco a ninguna Natividad.

Contestaron.

Temi haberme confundido al pulsar el timbre, tras cerciorarme de que habia pulsado correctamente volvi a decir.

-Natividad. Nos conocimos en la consulta. El viernes me puso un cinturon.

Dije esto ultimo nerviosa por si alguien en la calle me podia oir.

-Soy ginecologo, es cierto, pero no recuerdo eso.

Estaba nerviosa y desesperada.

-Soy la sumisa virgen que usted citó para hacer conmigo lo que quiera.

Se me ocurrio decir para ver si asi me abria.

-Si, creo recordarlo, pero no lo he oido bien.

-Soy la sumisa virgen que usted citó para hacer conmigo lo que quiera.

Repeti esta vez con un tono de voz mas alto.

La puerta se abrio y yo entre sin mirar atras, segura de que todos los de la calle habian oido lo que dije.

Estaba avergonzada y asustada.

No cogi elascensor y subi por la escalera. Su piso estaba en el atico de un edificio de ocho pisos. Al llegar y timbrar, sudaba y jadeaba por el esfuerzo de subir tantos escalones y por lo excitada que estaba.

-Pasa.

Me dijo nada mas abrir la puerta.

No lo dudé y cruce el umbral, sintiendome segura de terceras miradas, pero aun con miedo por lo que pudiera hacerme el medico.

-Desnudate.

Me ordeno en el salon de su casa.

Obedeci, quedando completamente desnuda a excepcion del cinturon de castidad.

Mi respiracion era agitada, no sabia lo que iban a hacerme.

El medico se acerco a mi y me quito el cinturon.

Mi coño palpitaba y mis manos quisieron dirigirse a él.

El ginecologo, de pie a mi lado, empezo a acariciar mi coño con su mano.

-Correte...

-Awwwwwwww.

No necesite mas. Fue oir esa orden y sentir sus habiles dedos tocandome, que me corri en un orgasmo terrible que habia acumulado durante ...