1. La Educación de William


    Fecha: 31/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... estar segura de su mejor funcionamiento.
    
    En cuanto a sus propias satisfacciones, William aprendió que su linda novia tenía gustos muy especiales. No tuvo ninguna objeción en irse adaptando a chuparle y rechuparle su bella y húmeda gruta cada vez que ella lo exigía... en acariciarle sus senos aún en restaurants donde, discretamente, ella escogía mesas esquineras con la única intención de pasar con su novio momentos excitantes, provocándolo, haciéndole sonrojar al agarrarle el miembro debajo de la mesa y obligándolo a meterse debajo del mantel, mientras ella, con las piernas abiertas, sin nada más encima, disfrutaba de la entrenada lengua de su novio, saludando efusivamente a sus amistades y contestando el celular, que previamente había encendido para llamar a su madre y contarle los detalles escabrosos de sus atrevidas escaramuzas.
    
    Nunca se sobrepasó William...para él fue algo natural desde el inicio de la relación, que sus deseos no serían tenidos en cuenta. Nunca penetró a su novia, aunque ardía en deseos de experimentar con ella lo que algunos de sus amigos definían como la culminación de todos los éxtasis imaginables. Sabía que algún día ella lo permitiría y la respetaba demasiado para tratar de llegar más lejos cuando ella jugaba con su miembro, cuando ella lo volteaba y con unos guantes de látex en sus manos, exploraba cada milímetro de sus nalgas, las profundidad permitida de su culo y el peso y forma de sus pelotas.
    
    Se acostumbró a que su semen no le pertenecía, que ella debía autorizar cada eyaculación, por lo que, meticulosa y cuidadosamente anotaba en una libreta valiéndose de una medida en centímetros cúbicos... de tal manera que al cabo de un año, ella más que nadie conocía al detalle las reacciones de este miembro, la cantidad de leche que debía producir y sólo sus manitos suaves podían extraerla cuando "lo ordeñaba", según sus propias palabras. A menos que le diera permiso de masturbarse.
    
    El hecho es que al llegar al final de su noviazgo, William fue poco a poco llevado por Maria Clara a una situación de obediencia absoluta a sus designios, y se sentía feliz y preparado para unirse a ella en matrimonio.
    
    Se sentía un hombre muy afortunado y sabía que si tenía que conquistar una chica como ella, nunca lo lograría...además de que no sentía el menor deseo de hacerlo porque aún dependiente y sumiso, era feliz.
    
    No puso ninguna objeción cuando María Clara se negó rotundamente a llevar a sus suegros al matrimonio ...con su familia era suficiente, al decir de ella y a William este sacrificio, uno más de tantos, no lo amilanó.
    
    Un día antes de la boda, se presentó la madre de María Clara, una morena madura y sensual rayana en los cincuenta, de pelo negro azabache, senos prominentes, mirada cautivadora, piernas largas y redondas, culo aún duro y levantado, vistiendo una falda corta, zapatos de tacón, suéter ajustado , boca carnosa, con un lunar sobre el labio que la hacía más excitante , y fue presentada de esta manera al ...
«1234...8»