1. La Educación de William


    Fecha: 31/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... a sus 18 años y puede ser entrenado con mucha autoridad por cualquiera de nosotras... disfrutaremos mucho haciéndolo
    
    Necesitábamos alguien fuera de la familia para tantas cosas... y miró a su hermanita Dulce María, la siguiente, quien a sus 19 años era una pícara jovencita llena de ideas extravagantes y atrevidas... (más pequeña, de pelo claro, pecosa y muy diferente en el físico a su madre)
    
    Más que nada, serás nuestro juguete... aprenderás a complacernos y en ello verás la dura mano de nuestra madre, quien no ve la hora de desvirgarte y enseñarte a comportarte con las damas. María Clara la tenía al tanto de los jueguitos y las situaciones que ella propició, siempre aconsejada por mi madre".
    
    Mientras hablaba, Angélica se paseaba con sus nalgas apretadas en el cortísimo pantaloncito delante de William, con sus preciosas tetas a punto de salirse de la camiseta sin brasier, moviéndose alternativamente junto a su respiración y observándolo de arriba abajo.-
    
    Éste sólo atinaba a bajar la cabeza avergonzado ante las cuatro determinadas damas, pensando que no daría un paso atrás porque aún en la peor de las esclavitudes, la belleza sus dueñas, compensaría cualquier sacrificio a que fuera sometido.
    
    Nunca pensó que éste fuera su destino... creyó que María Clara sería su única dueña, pero en el fondo de su subconsciente, agradeció haberla conocido porque una extraña excitación recorría su médula dorsal al compás de las palabras de la provocadora Angélica.
    
    Dulce María se estaba excitando ante la posibilidad de conocer un miembro erecto diferente al de su padre y de su hermanito, a quien le hacía toda clase de travesuras, lo martirizaba, lo golpeaba, lo azotaba con la palma de las manos, le agarraba las bolas y las apretaba hasta que veía salir lágrimas en los ojos de Víctor, le golpeaba las nalgas solo por el placer de vérselas enrojecidas y era apoyada incondicionalmente por su madre, ante la mirada indefensa de su padre.
    
    Con sus 19 añitos recién cumplidos, quería experimentar múltiples sensaciones... había jugado con sus compañeros de instituto, los había utilizado a todos a su antojo para que le hicieran los deberes, para que le compraran refrescos, comida y muchas golosinas, y claro está, conocía al dedillo sus miembros, algunos más grandes que otros, pero éste sería el primero de un adulto de verdad diferente al de su padre.
    
    Cuando Angélica terminó de hablar, la miró con complicidad y una sonrisa apareció en su lindo rostro... miró igualmente a su madre y su hermana, la novia del pobre William quien no podía contener su vergüenza, por una parte y que se estaba excitando enormemente por la otra. Pareció pedirles aprobación y con ese lenguaje sobreentendido de las mujeres, supo que no había objeciones ante lo que se propusiera.
    
    Se acercó lentamente a William observándolo de arriba abajo cuidadosamente, dándole la vuela, apretándole la duras nalgas con sus cuidadas manecitas, les dio de repente a cada una un fuerte golpe que sacó ...
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