1. Una Noche con Miguelito


    Fecha: 18/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM Hetero Sexo con Maduras Autor: Naty, Fuente: SexoSinTabues30

    ... importancia mayor. La mañana que le revelé a Miguelito que estaba teniendo sexo con otros niños, estaba paseando a mi nuevo perrito, Zeus, que había traído a casa de un refugio de animales la semana anterior, en un parque. Llevaba una blusa verde neón, una falda blanca y tacones altos blancos, y ese día en el parque, recibí muchas miradas de los hombres y niños que estaban allí. Había estado paseando a Zeus durante unos veinte minutos, y vi un banco de madera vacío frente a una cancha de baloncesto que estaba siendo ocupada por un niño que parecía tener alrededor de once o doce años. El niños me había notado de inmediato, y mientras caminaba hacia el banco y me sentaba, fingí que no lo había notado. Saqué mi teléfono para leer y crucé las piernas, y me aseguré de darle a este peladito desconocido una vista de mi cremoso muslo y pantorrilla. Levanté levemente la vista y tal como había pensado, me estaba mirando. Unos momentos después, lo escuché gritar de miedo cuando su pelota de baloncesto rebotó hacia mí y golpeó mi pierna cruzada.
    
    El niño vino corriendo hacia mí y me preguntó si estaba bien mientras se arrodillaba frente a mí para agarrar su pelota de baloncesto. Mis piernas estaban a la vista y frente a él, y le dije que estaba bien pero que me dolía un poco. Le sonreí al peladito y me presenté a él y él hizo lo mismo. Su nombre es Alan, tiene once años, y mis primeras impresiones de él fueron buenas y coincidía con lo que busco en mis amantes pequeños. La principal cualidad de todos mis amantes es la curiosidad, y si no fuera por su curiosidad, no habrían perdido su virginidad conmigo. Alan todavía estaba en el césped debajo de mí fingiendo interesarse por Zeus, acariciándolo y hablando con él, pero podía ver que cada pocos segundos, miraba mis piernas cruzadas. Pensé para mis adentros que, al igual que Carlitos, Alan tiene que ser otro niño con interés en las piernas y los pies jaja, y esto me dio una idea. Empecé a masajearme la pantorrilla en el lugar donde me había golpeado la pelota de baloncesto y, cuando comencé a masajearlo, Alan me preguntó si estaba bien. Le dije que estaría bien si podía hacerme el favor de masajearme la pierna, a lo que él dijo emocionado que sí, que podía hacerlo por mí.
    
    Miré a mi alrededor y no pude ver a nadie en el área, así que le dije a Alan que le mostraría cómo, así que tomé su manita y la tomé en la mía. Coloqué su manita en mi tobillo justo por encima de la correa de mi tacón alto y lentamente guié su manita hacia mi rodilla y de regreso hacia mi tobillo. Le dije que así era como quería que me masajeara mientras guiaba su manita hacia arriba y hacia abajo, y, finalmente, solté su manita para que pudiera masajearme el solito. Su respiración se había vuelto dificultosa y podía escuchar su emoción mientras me masajeaba y lentamente pasaba su manita por encima de mi rodilla y más cerca haciia mi muslo expuesto. Me encantó la sensación de su manita en mi muslo y, a través de un susurro, lo animé a ...
«1234...16»