1. El amigo de mi padre (Parte 1)


    Fecha: 15/05/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: larizzapearl, Fuente: CuentoRelatos

    ... s mis pantorrillas y comenzaba a acariciarles.
    
    -He visto como me miras cuando voy a tu casa Larissa, como me coqueteas, creo que te gusta que te mire ¿no es así?
    
    -No sé de que hablas Enrique- fingí no saber.
    
    -Vamos Larissa, veo que te gusto, he visto que me coquetas en tu casa, como me miras, como has venido ahora vestida a verme. Y le verdad me encanta verte así.
    
    Sus manos me tocaban suavemente, fueron subiendo por mis piernas llegando a los costados de los muslos los cuales acariciaba con suavidad. Yo solo cerré los ojos y apreté el libro que tenía en mis manos.
    
    -Que piel Larissa que suavidad, son las piernas me hermosas que he visto y sentido en toda mi vida- apenas decía en voz baja.
    
    Sus palabras comenzaban a ponerme caliente al igual que sus caricias, pues parecía saber muy bien cómo y dónde acariciarme y solo suspiros salían de mí. Una vez que me las acaricio con sus manos cogió la minifalda y me la subió de un jalón dejando ver mis nalgas que estaban justo frente a su rostro y el hilo dental metido entre ellas perdiéndose ahí.
    
    -Mira que niña tan traviesa y coqueta que eres Lari- me dijo al verme el trasero- solo una niña traviesa y apasionada de tu edad se pondría una tanga así.
    
    Yo no podía decir nada solo me encontraba excitada y con ganas de que siguiera, que no se detuviera nada más en contemplar mi cuerpo. Unos segundos después de nuevo siento sus manos en mi tobillos, agarrándose de ellos y mi cuerpo se estremeció al sentir su lengua detrás de mi pantorrilla derecha y como empezaba a subir lentamente por mi pierna llegando a mi muslo, al cual dio varias lamidas. No pude evitar contener un gemido.
    
    -Ah ¿te gusta verdad bebe?- me preguntó.
    
    Y solo asentí haciendo un ruido dentro de mi boca. Ahora Enrique volvía a repetir lo mismo en mi otra pierna, lamiéndomela desde la pantorrilla hasta el muslo mientras él había atorado mi minifalda en la parte trasera del elástico de mi tanga. Luego sus manos subieron de nuevo llegando a mis muslos. Creí desvanecerme cuando sentí ahora su lengua en mis nalgas, me las lamía, besaba y mordía mientras con sus manos me acariciaba las caderas y los muslos. Solté el libro que hizo un ruido seco al chocar con el suelo y con las manos me tome de los costados de la escalera y apoye mi cabeza en un escalón sintiendo como esa lengua me recorría ambas nalgas.
    
    Sus mordidas ahí me provocaba sobresaltos pero me gustaba como lo hacía, era la primera vez que me hacían eso ahí.- Que ricas!! Que hermosas!!- decía Enrique entre cada lamida y mordida que me daba en mis nalgas. Con sus manos ahora me tomo las nalgas y abriéndomelas logro ver mi hilo el cual lamió un par de veces lentamente de abajo hacia arriba. Un gemido agudo salió de mi boca haciéndome sobresaltar.
    
    Luego con una mano logro jalar el hilo de entre mis nalgas y de un jalón lo hizo hacia un lado escuchándose levemente como se había roto el elástico. Una vez hecho esto me toma la tanga y me la baja dejándomela a la altura ...
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