1. Mi nuevo papá


    Fecha: 14/09/2019, Categorías: Transexuales Autor: lamascota, Fuente: SexoSinTabues30

    La alarma se encendió como cada mañana a las 6:00 am, en mi pequeña habitación en un viejo pero bonito departamento en las orillas de chicago.
    
    Me removí en mi cama aferrándome a los últimos segundos de dulce sueño pero el molesto ruido me obligó a salir de la cama, dejé mis cálidas sabanas y encendí mi lámpara de noche, aún estaba oscuro afuera.
    
    Siempre dormía con un enorme Jersey de los Osos de chicago y mis boxers, ambos dos tallas más grandes que la mía, pero aunque el Jersey era lo suficientemente grande como para que cupieran tres copias de mí, los boxers siempre me quedaban apretados del trasero pero flojos de la cintura.
    
    Me acerque al espejo de cuerpo completo que colgaba de la puerta de mi closet y me quité mi pijama/jersey y quede casi totalmente desnudo, la luz atenuada ilumino mi blanquísima piel dándole casi un tono plateado.
    
    Ahí estaba yo, un chico que parecía tres o cuatro años menor, mi rostro aún no había cambiado desde la niñez y aunque se suponía que estaba pasando por la pubertad la verdad era que yo había sufrido ninguno de los horribles cambios con los que la maestra de educación sexual nos amenazaba cada viernes en la escuela.
    
    Mi piel fina y suave no era clara, sino verdaderamente blanca como la leche, y ni una sola peca o imperfección arruinaba mi cuerpo, y hablando de mi cuerpo… me observé mientras me estiré entrelazando mis delgados y largos dedos de pianista y arqueando mi espalda hacia atrás mientras trataba de alcanzar el techo… un intento estúpido pues aun estirado en mi totalidad no superaba los 5′ 0″ y no pesaba más de 113 lb, ridículo, simplemente ridículo, mientras había compañeros en mi clase que median 6′ 5 o más y pesaban 200lb yo parecía un niño de escuela elemental en lugar de un jovencito que estaba por entrar a la universidad.
    
    Mi rostro no estaba mejor, mientras los demás chicos que me rodeaban se llenaban de granos o bello facial a veces ambos, mi cara no haba cambiado en los más mínimo a lo largo de los años, los mismos rasgos delicados y redondeados de mi infancia me hacían parecer un niño y mis enormes ojos grises me daban una expresión perpetua de melancolía y timidez, y mis labios en lugar de lucir un bigote incipiente, eran gruesos y pequeños y parecía que siempre estaban fruncidos como si estuviera a punto de besar a alguien o hacer un berrinche, en definitiva no era el rostro de un muchacho mucho menos de un hombre, y mi blanca piel resaltaba aún más gracias a mi cabello negro como la noche y algo rizado, y que siempre crecía demasiado rápido asi que lo llevaba algo largo lo cual provocaba que se rizara en la puntas cubriéndome en ocasiones la vista por lo cual me veía obligado a quitarme el pelo del rostro y ponérmelo detrás de la oreja cada cierto tiempo.
    
    Y eso no era lo peor sobre mi cuerpo.
    
    Podía soportar ser el más bajo no solo de mi clase, sino de toda la escuela, y a lo largo de mi vida había aprendido a manejar mi pálida y delicadísima piel, normalmente usando ...
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