Cena de chicas: Despedida de soltera-Llegada(17) - Relatos Eróticos

Cena de chicas: Despedida de soltera-Llegada(17)

... En la planta baja tenía una habitación matrimonial con un baño privado y en la superior otras dos habitaciones más pequeñas con otro baño. El Amo se instaló en la habitación grande y las chicas quedaron en el salón a la espera de lo que su amo les ordenara. Cuando salió de su habitación dijo “Habéis tenido suerte que tengamos un tiempo primaveral.” Indicó a la Puta que se quedara a sus pies y a las otras dos chicas que salieran al patio diciendo “Dejad vuestros vestidos aquí que no quiero que se manchen.” Así la Esclava y la Zorra se despojaron de sus vestidos y salieron al patio. Cuando iban a salir J dijo a Laura que se acercara y de un rápido tirón le arrancó las pinzas que habían aprisionado sus pezones durante todo el viaje. La Esclava no pudo menos que agradecer a su Amo la liberación de tus pezones a pesar del dolor que había sentido.

Era abril y aunque el tiempo no era muy frío la sensación en el patio sombreado no era precisamente acogedora. Allí se quedaron las dos mujeres en posición de espera mientras J decía “Tú Puta, cierra esa puerta que hace fresco”, lo que Brenda hizo inmediatamente volviendo después a los pies de su Amo. J sentado en un cálido sillón observaba a sus hembras en el patio cuando la chica al percatarse que sus zapatos tenían algunas manchas de barro se puso a limpiarlos besandolos y pasando repetidamente su lengua ante el beneplácito de su señor. Una vez bien limpios su Amo dijo “Quítame los zapatos” la Puta obedeció cuidadosamente mientras besaba los pies de su Amo. Luego este dijo ponte ahí y Brenda se situó frente a él a gatas para que pudiera reposar sus cansados pies sobre ella. Que orgullo sentía al poder prestar su cuerpo para reposar los pies de su Amo mientras se deleitaba de ver cómo los cuerpos de sus amigas temblaban ante el frescor de la tarde. Las dos mujeres a la intemperie aún agradecían a su Amo el que las hubiera dejado quedarse con las medias y los zapatos que las aislaban de los charcos que había en el patio.

Cuando el Amo había descansado del viaje ya la noche caía sobre la ciudad. Tras calzarse salió al patio con unas cadenas y procedió a atar a las dos chicas a una reja que había en el fondo del patio. Era evidente que pensaba que pasarían la noche a la intemperie. Una vez atadas, preguntó “Zorra, ¿Tienes frío?” a lo que Olga contestó “Sí mi Amo” y “Tu Esclava, ¿Quieres dormir al fresco?” a lo que Laura contestó “Sí mi Amo quiere, yo lo deseo”.

J sin mediar palabra entró en el apartamento donde Brenda todavía estaba en su posición de aposenta pies por lo que J no tuvo más remedio que darle una patada en el culo que la tiró al suelo diciéndole “ Ya es hora de que te levantes perezosa”.

J volvió de su habitación flexionando una vara con la que se dirigió al patio. Indico a las chicas que se volvieran. “No quiero que paséis frío” - dijo el hombre caminando vara en mano hasta quedar delante de las sumisas, sus cuerpos habían vuelto a temblar por el frío. Sin mediar ninguna otra palabra ...