Cena de chicas: Despedida de soltera-Llegada(17) - Relatos Eróticos

Cena de chicas: Despedida de soltera-Llegada(17)

La verdad es que el viaje a Toledo no fué precisamente turismo. Esos días los pasarón casi completos en un apartamento donde se entregaron a todo tipo de juegos. Solo salían para comer, momento en el que las chicas iban unidas a su amo por finas cadenas de sus collares de sumisión. Las tres mujeres con sus provocadores vestidos y altos tacones por las calles adoquinadas de Toledo eran un espectáculo digno de ver detrás de aquel hombre.

Tras aparcar el coche su Amo permitió a las mujeres que se colocaran los vestidos. Laura tenía los pezones doloridos de todo el viaje con ellos pinzados, pero J no vio conveniente liberarlos todavía por lo que las pinzas con su cadena quedaron colocadas debajo de su vestido que al ser muy ceñido mostraba claramente la forma del complemento. Tras salir del auto impuso a las chicas los collares de sumisión que portarían durante la despedida de soltera. Los collares eran sencillos y elegidos al efecto con chapas metálicas con las palabras ESCLAVA, ZORRA y PUTA que serían los nombres que utilizaría con ellas esos días. Laura era la ESCLAVA, Olga la ZORRA y Brenda la PUTA. Tras atar a los collares de las chicas sus respectivas cadenas J se dirigió directamente a la recepción del apartamento donde la esclava había reservado para esos días. J la había indicado a Laura que se encargara de financiar la despedida de soltera a cargo de los regalos de boda a lo que ella accedió con gusto.

Las tres mujeres llevaban unas pequeñas bolsas con ropa y útiles de maquillaje. Además las portaban otras tres bolsas algo más grandes de su Amo donde llevaban, además de sus artículos personales, los complementos para los juegos que había elegido para la ocasión. Antes de dejar el coche en el aparcamiento les ordenó que levantaran sus faldas y les introdujo unos plugs de buen tamaño que les sirvieron para alegrar más si cabe su paseo hacia el apartamento.

Con las chicas detrás y sin dejar indiferentes a las personas que se cruzaban con ellos llegaron a la recepción de los apartamentos. J pregunto por el apartamento que tenían reservado a una joven recepcionista que se encontraba sorprendida viendo la imagen de aquellas tres imponentes hembras. J, al percatarse de su sorpresa, decidió forzar algo más la situación diciendo “Tú ESCLAVA, entrega tu documentación a esta señorita” a lo que Laura rápidamente respondió mostrando su documento de identidad a la recepcionista. J reaccionó dándole un bofetón que casi la tira al suelo mientras decía “ESCLAVA con respeto”. La recepcionista no podía ocultar su sorpresa y decía “No importa señor”. Laura pedía perdón mientras se arrodillaba y en esa postura ofrecía su carne al recepcionista en completa actitud de sumisión. J ofreció una disculpa a la recepcionista diciendo “Todavía la estoy educando” a lo que la chica no supo qué contestar acelerándose para entregar la habitación a tan peculiares huéspedes.

El apartamento era un duplex con un pequeño patio al que se accedía desde un amplio salón. ...