1. La perversión me sedujo 3


    Fecha: 30/04/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: piesitos, Fuente: TodoRelatos

    ... –preguntó Patricia.
    
    –Sí, sacó dos decimas más que yo, así que no puedo estar en el hospital que quería. –respondió Serena.
    
    –Pero eso no es culpa de ella, así que no la pagues con Teresa. –respondió Patricia.
    
    –Y que le guste ser una esclava y perra blanca, no tienes derecho sobre ella, ni a menos preciarla. –dijo Patricia
    
    –Presenta tus respetos a mis amigas, esclava. –ordenó Patricia.
    
    –Si, mi Ama Patricia. –respondió la esclava.
    
    La esclava hizo la reverencia y beso las botas de Serena, Mara y Diana, riéndose de risa, mientras que otras personas y amigas lo veían y algunas hasta se mojaron las bragas, viéndoseles unas manchas entre las piernas.
    
    Patricia se puso a andar para recoger su pack y sus regalos, con la esclava siguiéndola detrás. Todas se habían excitado en el momento que le despojaron de su humanidad a esa chica, denigrándola y humillándola para convertirla en una esclava y perra blanca sin derechos y sin privilegios.
    
    –Una esclava se acercó, diciéndole que debía de marcarla para que se supiera que era una esclava, ahora, así que Patricia encendió el sello, poniéndole la marca en su espalda, pegando un gemido de dolor. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemía de dolor la esclava. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemía de placer la esclava.
    
    –De momento, como esclava que eres, debes de leer las normas del BDSM y seguirlas como esclava y perra que eres. –dijo Patricia.
    
    –Si, mi Ama Patricia. –respondió la esclava, besando sus botas en señal de obediencia y sumisión delante de la gente.
    
    –Recuerda que tenemos prácticas en el mismo hospital, y lo que menos necesitamos es que te descubran, así que mantén tú secreto oculto en el hospital. –dijo Patricia, algo preocupada.
    
    –Tú sabrás cómo te las apañes, pero si te pillan, yo no te conozco y tú no me conoces. –dijo Patricia.
    
    –Si, mi Ama Patricia. –respondió la esclava.
    
    –Si te gusta ser una esclava o no, es algo que no me concierne, pero a ti, sí. –dijo Patricia.
    
    –Si, es verdad y lo reconozco mi Ama Patricia. –dijo la esclava.
    
    –Además, sólo de pensarlo, te estás mojando las piernas de gusto. –dijo Patricia.
    
    –Eres una puta sumisa de mierda y lo sabes, así que menos mal que lo has admitido y lo has reconocido, abiertamente. –dijo Patricia.
    
    –Mira, ves a esas esclavas, eres cómo ellas una puta esclava, te excitas viéndolas y te identificas como ellas. –dijo Patricia.
    
    Teresa se quedó mirándolas, mientras sus fluidos chorreaban por sus muslos, gimiendo de placer y de dolor por las perforaciones de las anillas. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemía de dolor la esclava. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemía de placer la esclava.
    
    –¡Abre tu boca, esclava! –ordenó Patricia, para escupirla dentro de su boca repetidamente hasta que llenó su boca de su saliva.
    
    –Mantenla así, que toda persona que pase por delante, te escupa, esclava. –ordenó Patricia, y sinceramente la gente pasaba, escupiéndola en su boca, cara hasta que le ordenó tragárselo todo.
    
    –Ahora muestras tus respetos a todas las que pasen por ...