Emboscada y desvirgada por mis amigas - Relatos Eróticos

Emboscada y desvirgada por mis amigas

... hacía de vez en cuando, que es una de las razones por las que no tengo mucha ropa interior, así que no tuve ningún problema en ponerme los vaqueros sin ropa interior, nadie se daría cuenta de todos modos. O eso creía yo.

Cuando llegué a casa de Judy fui la segunda persona en llegar. Taylor y Judy ya estaban sentadas con una copa de vino en la mano en la mesa del apartamento de Judy. Después de hablar durante media hora, Sienna llamó al timbre. Sienna siempre había sido la más extrovertida de nuestro grupo y después de entrar en una hermandad se había vuelto aún más extravertida: su entrada fue como un torbellino de energía que recorrió la habitación. Primero me abrazó, muy fuerte y demasiado largo. Al final, me apretó el trasero y me dijo en broma que aún estaba empacando. Siempre habíamos sido un grupo de amigos muy físicos: nos dábamos palmadas en el culo, nos hacíamos cosquillas y, en general, nos tomábamos el cuerpo a broma. Así que apreté el suyo a través de sus pantalones de yoga y le pregunté si había estado haciendo sentadillas. Nos reímos mientras Sienna también abrazaba a Judy y Taylor.

Cuando todos hubieron dado la bienvenida a Sienna, nos sentamos y Sienna cogió una botella de sambuca de su bolso. Judy sacó enseguida cuatro vasos de chupito y nos los puso delante. Taylor dijo que no quería chupitos, pero Sienna le sirvió uno de todos modos. Sienna intentó tomarle el pelo a Taylor para que se lo bebiera, pero Taylor se enfadó enseguida y Sienna se lo bebió ella. Si había dos personas en nuestro grupo que se habían superado la una a la otra serían Sienna y Taylor, que siempre discutían por las cosas más tontas. Por suerte, la tensión se calmó rápidamente y al final casi parecía como en los viejos tiempos.

Después de unas copas de vino y algunos chupitos más, de repente sonó el timbre. Resultó que Judy había encadenado su bicicleta a la de uno de sus vecinos y éste quería usarla, así que Judy nos dijo que nos comportáramos y bajó rápidamente a desencadenar su bicicleta. Sienna vio esto como una buena oportunidad para inspeccionar la habitación de Judy un poco más a fondo mientras Taylor y yo nos quedábamos en la mesa. Pronto encontró una caja de cartón escondida debajo de la cama. Cuando la abrió, sus ojos se agrandaron al instante y en su cara se formó una sonrisa casi diabólica. Metió la mano y sacó un gran vibrador morado. Calculo que medía unas 7 pulgadas. Taylor le dijo a Sienna que estaba violando la intimidad de Judy, pero a Sienna no le importó y lo puso al máximo.

"¡Jesucristo, esta cosa es como un martillo neumático!" Entonces acercó el vibrador a la mesa y empezó a pincharme en la cara con él.

"Aléjalo de mí", me reí mientras lo apartaba de un manotazo.

Sienna se dirigió entonces a Taylor e intentó restregarle la polla morada por la cara, pero Taylor se enfadó rápidamente y saltó de la silla mientras exclamaba: "¡Deja de ser tan asquerosa e infantil, a saber dónde ha estado esa cosa!".

Como reacción a esto ...