1. Encarnación


    Fecha: 21/04/2024, Categorías: Dominación / BDSM Infidelidad Autor: neron6280, Fuente: SexoSinTabues30

    ... gozar como nunca, tenía un enorme pene que me partía en dos y a la vez me llenaba toda, me volvía loca de tanto placer, era la primera vez que engañaba, a mi marido y aun más, en mi propia casa.
    
    Al sentir que mis quejidos se convertían en gemidos de placer el empezó a acariciarme con mas confianza, me obligaba con sus manos a abrir mis nalgas en cada metida y al besar mi boca introducía su lengua, era presa de mis deseos, mas de seis meses sin sexo me habían traicionado, mis ansias de probar nuevas emociones me excitaba. Perdí todas las fuerzas, no oponiendo resistencia y luego me entregué a la medicina del placer, gocé, no una vez sino dos veces llegando a mi segundo orgasmo, casi simultaneo con el primero…, admiró mis contracciones de placer y luego me volteo e introdujo su lengua en mis nalgas blancas, lo lamía con frenesí, yo solo me abandonaba a hacer de el lo que desease, continuaba introduciendo su lengua en mi virgen ano, esperaba el momento menos pensado en que me introduciría su pene en mi angustiado ano, abriendo más mis nalgas con las manos, lo metería hasta donde se lo permitiera ingresar a mi recién desvirgado ano, él seguía manoseando todo mi cuerpo mis nalgas, mis piernas, mi seno y todo lo que el deseaba, mi sexo y se sobaba sobre mi ropa, sentí un pene penetrarme por primera vez por mis intestinos, era una mezcla de miedo y placer, el se dio cuenta que no ponía resistencia, y se inclino, me levanto la cadera y acarició mi piel, ummmfm, ohh, ahh solo dije,, dios dame fuerzas y no permitas que esto me pase, soy casada no me hagas esto, que no me entregue, ummmmaaahhh,, el seguía besando cada parte de mi cuerpo y se detuvo en mi nuca,, apartando mi pelo succionó metiendo su lengua por un costado de mi cuello marcándome con una aureola mientras acariciaba mis nalgas, con la falda a la cintura, en posición de perrito y con la calentura en la cabeza, no aguantaba más ni me acordaba de mi marido en ese momento, solo siseaba y gemía…. Me sacaba y volvía a ingresar su pene, mis intestinos reclamaban…, el duro miembro desquiciaba a los pobres y mi orto me dolía al ingreso de ese intruso. Luego lo sacó, me dio vuelta observando mi enorme trasero, lo aparto y me dijo: que ricas nalgas tienes, ricura, que rico es comerte una vaginita rosadita, con unos pelitos negritos , que rico,, umm veo que despides tus juguitos, déjate, abandónate no tienes porque temer, sé feliz después de todo, no es tu culpa, el seguía hablando mas cosas y lamiendo mis senos,, . Que placer,, algo que nunca hacía mi marido, algo que nunca había sentido en mi interior, sentí como todo mi cuerpo se estremecía ante tantas palabras sucias y me corría, en sus manos, en sus dedos, el se reía, diciéndome que putita eres, si estaba siendo excitaba como lo deseaba hace mucho tiempo y mi marido no lo hacia, así que no deseabas que te hiciera mía, yo lo mire lo cojí del cabello y le dije, no soy ninguna puta, esto no lo deseo yo, esto lo produces tu, pero yo no deseo engañar a ...
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