Tuya por primera vez - Relatos Eróticos

Tuya por primera vez

... follándome, no sé cuánto tiempo estuvimos así, pero yo ya no podía pensar en otra cosa que en el orgasmo que estaba empezando a ascender, como una montaña rusa, y como mis ojos se ponían en blanco y salivaba. Mi mano fue hacía mi clítoris de nuevo.

Soy una zorra - Decía entre las embestidas y gemidos mientras no podía parar de tocarme.

Si lo eres, y eres mía. Pide permiso para correrte.

¿Puedo correrme amo?

Puedes, y cuando lo hagas solo puedes pensar en que ese orgasmo es mío.

Continué tocándome y acabésintiéndote dentro de mi coño y también en mi cabeza. Empecé a tener pequeños escalofríos, mientras me dejaba llevar por el placer increíble de ser tuya.

Te quitaste el condón, me miraste y me hiciste una señal para que volviese al suelo. Allí te incorporaste y lanzaste todo mi semen en mis pechos, que hoy no habían jugado apenas con nosotros.

Después me ayudaste a levantarme del suelo, me besaste y me llevaste hacía el sofá. Me trajiste una camiseta vieja para limpiarme, y nos abrazamos.

¿Te ha gustado? - Preguntaste mientras me acariciabas el pelo tiernamente.

Mucho - Dije acortando la distancia otra vez y robándole un beso – Que pena que me tengo que ir.

Son unas horas en avión - Sentenciaste – No creas que esta va a ser la primera y la última vez.

Dicho esto, nos estuvimos enviando mensajes durante un tiempo, a pesar de la distancia nos dimos cuenta de que no solo teníamos la dominación en común y que nos estábamos empezando a gustar. Tuvimos horas y horas de conversaciones hablando de nuestras fantasías, de nuestros límites y de las cosas que pondríamos en práctica cuando nos viésemos.

Voy a ir a verte, así que esta semana ni se te ocurra tocarte, porque lo haré yo, tantas veces que no podrás andar – Dijiste por teléfono, haciéndome feliz por unos instantes.