1. Mi destino: La esclavitud (Parte 1)


    Fecha: 14/04/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Paulina_minerva, Fuente: CuentoRelatos

    Mi nombre es Paulina. Ese es mi nombre: Paulina. Ahora tengo 20 años. Y yo voy a contaros a ustedes mi historia. Mi erótica, sexual y aterradora historia acerca de cómo fui a caer en la esclavitud. La esclavitud sexual lésbica por medio de un chantaje. Un chantaje del cual no pude escapar; era mi reputación o mi cuerpo y libertad. Pero antes, tengo que describirme.
    
    Como ya he contado, mi nombre es Paulina. Soy una mujer más o menos alta: 1.76 de estatura. Algo que yo siempre he disfrutado bastante es mi belleza física: soy de piel blanca, rostro que yo siempre me he esmerado en lucir y cuidar; cabello negro y más o menos ondulado, el cual he dejado de largo hasta los hombros. Siempre he sido de busto y caderas amplias; cosas que yo siempre utilicé a mi favor. Mi medidas son 94- 59- 91. Mis piernas siempre han sido largas y muy bien torneadas. En fin, no puedo quejarme; pero debo decir que mi belleza interior no es igual a la exterior; siempre fui mala con mucha gente, y ahora lo debo pagar con esclavitud sexual.
    
    Desde niña he vivido con mi única pariente viva que tengo; pariente cercana, claro. Mi tía Catalina; una mujer algo alta y de buen porte; eso sí, a diferencia de mí, ella siempre fue buena persona. De carácter tradicional y muy apegada a la religión, era de carácter fuerte pero a diferencia de mí, ella nunca le gustó humillar o hacer actos de maldad que yo ahora debo pagar con mi esclavitud sexual. Debo decir que nosotras somos de buena condición económica, con una casona que si no es una mansión, es más o menos respetable; con un patio y fuente en medio y algunas habitaciones; con dos sirvientas y de estilo tradicional. Sé que en el pasado nuestra familia era aristocrática; pero hechos posteriores en la historia de mi país arruinaron en algo la condición de mi familia. De cualquier forma, nos quedaba una situación pudiente y una fortuna numerosa; por ser yo la única pariente viva y además su ahijada, yo sabía que era la única heredera de lo que ella tenía; y la verdad, yo ya quería que ella muriera para disfrutar yo de su fortuna. Así de mala era; solo me importaba el dinero y no ella; pero vivía con ella porque no quería trabajar y se que ella, a pesar de desaprobar muchas de mis actitudes altaneras y groseras hacia la servidumbre, y a pesar de llamarme la atención por eso mismo, me quería y creía que yo podía ser mejor persona.
    
    Mi madre, la cual me han platicado que ella era tan religiosa como mi tía (solo que de carácter apacible y muy dulce, según me la ha descrito mi tía y algunas de sus amigas) murió cuando yo era muy menor, y quedé a cargo de mi tía; mi padre fue un hombre que solo embarazó a mi madre y se deshizo del compromiso. Cosa que a mí me gustaba; no quería que nadie limitara mis acciones cuando yo fuera la dueña de la fortuna familiar. Solo que nunca esperé que mi destino me iba a dejar en manos de la esclavitud sexual.
    
    Yo, desde que salí de la adolescencia, me gustó mucho conquistar a hombres casados; era una ...
«1234...»