Amor de madre Vll - FIN - Relatos Eróticos

Amor de madre Vll - FIN

... comenzó a retorcerse bajo ella como un animal atrapado, con una serie de brutales embestidas, Tere ardió de placer.

Un minuto después de su delicioso orgasmo, de las atroces convulsiones, de una pausa vital, Tere le besó en la frente, en la cara, en el cuello, en los hombros… y el juego continuó.

— Mírame.

David la adoró. Él un simple mortal entre sus piernas, ella una diosa de ojos verdes, exigente y cruel.

— Quiero que me mires, siempre, ¿entendido?

David no pudo evitar volver a asentir como un bobo y no le quitó el ojo de encima mientras, enardecida de nuevo, volvía a hundirle una y otra vez en su interior. Le fascinaba ver su consternación a pesar de su carisma, y como le envolvía con sus extremidades de araña.

— Dámelo… —exigió con furia— Dámelo… Dámelo…

Tras varios envites que la sacudieron, la rompieron por dentro y volvieron del revés, David miró mucho más allá del lunar de su pecho y se corrió con un gruñido sexy y feroz. Mientras, ella se apretaba contra él para sentirle eyacular y regodearse en la certeza de haber sido, desde siempre, la única mujer para David.

No se equivocaba. En el principio y en el fin estaba Tere, por encima de los temores de su madre cuando le solicitó a Alberto que diera un escarmiento al compañero que le acosaba, más allá de la súbita recuperación de un carácter que nunca había tenido, por debajo del modélico discurso del hijo ejemplar que jamás perdonaría a su madre que la hubiera alejado de él. En todas partes estaba Tere, cerca o lejos, siempre la tenía dentro. Tere, que había vuelto a robarle el sueño en las largas noches que sucedieron a una carta carcelaria. Tere, que después de haberle liberado, le miraba inmóvil con unos ojos turbios y vidriosos que eran, no obstante, los ojos de una mujer feliz.

Referencias:

— “Las leyes de la frontera”, de Javier Cercas.

— “Pan de limón con semillas de amapola”, de Cristina Campos.

— “Tengo ganas de ti”, de Federico Moccia.

— “La tragedia del girasol”, de Benito Olmo.

— “Los aires difíciles”, de Almudena Grandes.

— “La mujer del viajero en el tiempo”, de Audrey Niffenegger.

— “Pídeme lo que quieras”, de Megan Maxwell.