1. Mi sobrina y su prima del pueblo 5


    Fecha: 09/04/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: CacharroLoco, Fuente: TodoRelatos

    ... estoy! ¡Mmmh! ¡sigue, sigue asi! ¡Aaaaaj! ¡Traga, traga que ya viene! ¡Mmmmh! ¡Aaaaajj! - trago como una posesa, ya casi toda mi polla, y chupo sin descanso hasta que la tuve que apartar.
    
    - ¡Joder, como has aprendido! ¡Buuff! Menuda mamada cabrona- le dije sorprendido.
    
    Se puso bien el pelo y la camiseta y, se sentó relamiéndose sonriente. También se había corrido. Pero su garganta y sus pezones protestaban.
    
    Lleguemos y estaba Claudia haciendo que estudiaba con una cara rara. Pensé que era por el disgusto y no le hice mucho caso. La salude cordialmente y me devolvió el saludo sonriendo forzada.
    
    Antes de que llegáramos Claudia al sentarse, tuvo que empinar el culo y dejar el rotulador por fuera de la silla, al rato estaba resoplando, porque al moverse cada vez, lo notaba violándola. Se tiró de la braguita, para que no le empujara, y al fin logro que no se le moviera tanto. Tardábamos y ella intentando leer, veía sus pezones duros. Se los acaricio, como diciéndoles que esperaran, que pronto serian devorados. Y se calentó más. Justo se iba a ir al baño a follarse con el rotulador, cuando lleguemos.
    
    Nos sentemos en nuestros sitios y después de encender mis ordenadores y el portátil, me fije en los pezones de Claudia. Alucine y le dije:
    
    - ¿Tienes frio Claudia?
    
    Me miro sin entenderme y le señale con la vista sus pezones. Sonrió y frotándose los brazos, me dijo mintiéndome:
    
    -Si, un poco, hay corriente.
    
    -Ponte algo mujer, que vas a romper la camiseta.
    
    Se rio, pero no se podía levantar, le vería el bulto del rotulador en su culo.
    
    -No. Ya se me pasara. Abra sido al abrir la puerta. - me dijo incomoda.
    
    No pasaba nada, no la atacaba como creía que haría al llegar. Y ahora no se podría mover hasta que no me fuera a fumar. Estaba frustrada, cachonda y cabreada. Y tiro a la desesperada, empezó a jugar con un pezón mientras leía, asi me calentaría, y pasaría todo ya de una vez.
    
    La vi zorreándome, con su pezón entre sus deditos mientras leía. Pero la ignore. Seguí mi trabajo y Esther nos observaba expectante. También quería que me la follara ya, y asi recibiría su ración, le dolía la garganta, pero sus otros agujeros ardían de deseo.
    
    Llego la hora de comer, y les pregunte si querían algo en especial y les daba igual. Pedí cualquier cosa y me fui a la cocina. Sentado, fumando con mi café, sonreía por la pobre Claudia, que no sabía que pasaría y opto por calentarme.
    
    -Tía, ¿Qué hago? Pasa de mi- le dijo a Esther.
    
    -No sé, ve a la cocina, igual te quiere pillar a solas. - le contesto Esther.
    
    Se levanto, se sacó el rotulador del culito respirando agitada, y con Esther flipando al verla. Venía a buscarme, pero sonó el timbre. Se giro, y fue a abrir.
    
    Era como la hija, pero la versión mejorada, más culo, más caderas, y más tetas. Igual de guapa, pero con 20 años más.
    
    - ¡Hola! ¿esta Pendergast? Soy Marta, la mama de Sonia- le dijo a Claudia.
    
    -Si, si, pasa. Ahora le aviso que está en la cocina, - le explico.
    
    - ...
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