1. Mi hijo me hace su esclava (I)


    Fecha: 09/04/2024, Categorías: Incesto Autor: amadecasamari, Fuente: CuentoRelatos

    ... ser fácil.
    
    Dos meses después, la situación con Manuel había cambiado, casi no llegábamos a final de mes y estaba siempre malhumorado, incluso empezaba a hablarme de malos modos, a lo que yo debido a mi culpa en la situación sólo bajaba la cabeza sumisa.
    
    Ese día llegué llorando a casa tras el centésimo rechazo en una entrevista, me quité la ropa con rabia quedándome sólo con una camiseta roja y unas braguitas negras me quedé dormida en el sofá. Me despertó la puerta de casa y me levanté sobresaltada. Manuel había vuelto de la universidad y aún no había empezado a prepararle la comida. Me lo encontré en el pasillo mirando a la cocina y cuando se volvió sentí un estremecimiento al encontrarme con su mirada.
    
    -Perdóname Manuel, he tenido un día duro y me he quedado dormida, ahora mismo te preparo algo.- Le dije sonriendo con timidez.
    
    -Un día duro... No sólo tengo que mantenerte sino que no haces lo único que tienes que hacer.
    
    -Perdona hijo, yo...
    
    -Cállate de una puta vez! Me paso la noche trabajando en ese puto hotel, duermo dos horas y me voy a clase y cuando vuelvo ni siquiera tienes preparada la comida para que pueda dormir un poco, estudiar y vuelta al trabajo. Y encima me encuentro que además de no hacer nada estás durmiendo!
    
    -Pero hijo, esta mañana...
    
    De repente me agarró del brazo y me puso contra la pared.
    
    -¿Para eso te pago esta ropa? ¿Para que en lugar de ir a las entrevistas te la pongas para dormir?
    
    Puso sus manos en el cuello de mi camiseta y de un tirón me la rasgó dejando al aire mis pechos. Manuel se quedó mirándomelos y ví algo en su mirada que no me gustó.
    
    -Manuel, por favor!
    
    La bofetada me cogió de improviso, me llevé una mano a la mejilla ardiente y lo miré asustada, con los ojos bañados en lágrimas.
    
    -Ponte de rodillas.
    
    -Hijo, ¿pero qué dices? yo...
    
    -Ponte de rodillas, está claro que no sabes hacer nada, por eso nadie te contrata, pero yo se algo que seguro que sabrás hacer y me servirá como pago por tener que mantenerte.
    
    Temblando me puse de rodillas, sabiendo lo que iba a pasar aunque sin poder creérmelo. Mi hijo se bajó los pantalones ya apareció ante mi su polla, una gran polla de unos 20 centímetros totalmente erecta.
    
    Manuel, esto no puede ser, soy tu...
    
    Segunda bofetada. Esta vez no dijo nada más, sólo se me quedó mirando.
    
    Alargué la mano sollozando, agarré la polla de mi hijo y empecé a pajearlo. Al cabo de unos minutos me apartó la mano.
    
    -Pon las manos a tu espalda y abre la boca puta.
    
    Obedecí y al momento la polla de mi hijo empezó a entrar en mi boca, mis labios atraparon esa tremenda herramienta y empecé a mamar su polla lo mejor que sabía. Sin pretenderlo, lo humillante de la situación, la dominación y las palabras de mi hijo empezaron a hacer que mi cuerpo reaccionaba y empecé a notar mi coño palpitar y mis pezones a endurecerse. Nunca había experimentado el sexo de esa manera, mi marido sólo me follaba de vez en cuando y siempre de forma rutinaria y todas ...
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