1. Mi hijo me hace su esclava (I)


    Fecha: 09/04/2024, Categorías: Incesto Autor: amadecasamari, Fuente: CuentoRelatos

    Mientras el avión aterrizaba, mi cabeza daba vueltas pensando una y otra vez en lo acontecido en los últimos días. Tras años de soportar indiscreciones de mi marido, finalmente decidí abandonarle. No fue nada fácil. Me quedé embarazada de mi hijo Manuel a los 16 años y he dedicado toda mi vida a cuidar de él, de mi casa y de mi marido. Siempre fui consciente de que mi marido me era infiel, pero por mi hijo decidí quedarme a su lado. En la actualidad Manuel tiene 20 años y trabaja en Santiago como recepcionista nocturno en un hotel mientras se saca sus estudios en la universidad.
    
    Decidida a abandonar a mi marido, decidí irme con mi hijo y vivir con él mientras buscaba algún empleo en la isla. Le llamé y le dije que quería visitarlo, vacié nuestra cuenta corriente (ridículamente escueta) y me fugué a vivir mi nueva vida junto a mi hijo.
    
    Ya en el aeropuerto, busqué a mi hijo con la mirada. Allí estaba, un muchacho guapo, moreno, alto (1,85) y, según comprobé, con un buen cuerpo. Yo soy morena, no muy alta (1,60), bastante atractiva, con unos pechos generosos, buenas caderas y un culito duro ya que desde que mi hijo se hizo mayor ocupaba mis aburridas tardes de ama de casa en el gimnasio.
    
    Llegamos a su piso, un apartamento bastante pequeño debido a los gastos de Manuel pero suficiente para los dos (aunque él pensaba que estaría sólo una semana, si mi hijo notó algo extraño en que llevara dos maletas para una semana no dijo nada), decidí dejar para más tarde mi situación y le pregunté por los estudios, el trabajo y las chicas (típico de madre ¿verdad?). Mientras estábamos hablando del tiempo que habíamos estado separados sonó su teléfono móvil...
    
    -Hola papá ¿qué tal-. Mi corazón se paró de golpe. Me puse en pie y colocándome frente a mi hijo empecé a gesticular para que no le dijera a su padre que estaba allí.
    
    Mi hijo me miraba extrañado.
    
    -No, mamá no me ha llamado-. Respiré aliviada.- ¿Ha pasado algo?
    
    Manuel me miraba muy serio.-Vale papá, cuando sepa algo te llamo. Un beso. Adiós.- Y colgó.
    
    -Mamá, ¿qué has hecho? Papá dice que has vaciado la cuenta y te has ido de casa.
    
    Con lágrimas en los ojos le conté a mi hijo todo lo que había pasado durante tantos años y que él era la única persona en la que podía confiar.
    
    - Mañana mismo empiezo a buscar trabajo, te lo prometo. Después de pagar el billete me queda poco más de mil euros del dinero que cogí, tómalos para los gastos mientras busco como colaborar.
    
    Manuel me abrazó y me dijo que me tranquilizara, que me entendía y que ya averiguaríamos como mantenernos.
    
    - Mientras busco trabajo, puedo ocuparme de la casa, así no tendrás que preocuparte nada más que por el trabajo y tu carrera.
    
    Y así comenzó la convivencia con mi hijo. Todos los día salía a entregar curriculums y me había registrado en todas las App de empleo que mi hijo me enseñó, pero pronto descubrí que encontrar trabajo con 20 años de experiencia de ama de casa y sin saber hacer literalmente nada no iba a ...
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