Nos encontramos - Relatos Eróticos

Nos encontramos

... que estaban totalmente impregnados de esas babitas tan ricas. A ella la dejé me comiera todo lo que le gustara.

Llegamos a una segunda sesión de orgasmos, fue maravillosa, todo el tiempo lo disfrutamos dándonos mucho amor.

Ya en la calma que continúa después de esos orgasmos, platicábamos, ella preguntó si haciéndolo con los hombres se llegaba a sentir lo mismo. Su pregunta me sorprendió, para mí ella era solo homosexual que probablemente en alguna ocasión habría podido tener experiencias con algún chico, pero no, ella me lo confirmó.

“¡Sí, sí siente una esto mismo, pero solamente si lo haces con alguien que te llegue a dar cariño, sino solo sientes como que te masturbas!” Le dije.

“¿Con otras mujeres también llegas a sentir todo esto?” Me preguntó.

“¡Sí, pero como te digo, hay dos maneras de que lo sientas, una de ellas con sentimientos, y la otra es solo masturbarse! ¡Qué también es bonito y siente una algo rico, pero con otra persona junto es mucho más hermoso!”

“¿Después de lo de hoy, te gustaría que lo volviéramos a repetir?” Preguntó.

“¡Claro, solo si a ti te gustó. Será para mí muy hermoso!”

“¿Tienes otras amigas con las que haces lo mismo que ahora?”

“¡Claro, así es la naturaleza. Ésta vez ha sido para ti la primera vez, a medida que vayas teniendo oportunidades te va a ir interesado más y más en el hacer sexo. Vas a ir encontrando amigas y amigos que te van a gustar y vas a buscar sentir lo que hoy sentiste!” Le dije.

“¿Tú, con tus amigas lo repites frecuentemente? ¿Amigas como Paty?” Me preguntó.

“¡Sí, con ella y con otras, todas ellas son lindas! Muchas veces nos reunimos los martes en un lugar íntimo, solo para nosotras, y ahí nos desahogamos.”

“Me gustaría me invitaran alguna vez, ¿se podrá?” preguntó.

“¡Sí, si crees que te gustará te avisamos y te preparas! ¡Pero ya sabes que todo chitón!”

“¿Va a saber Paty lo de hoy?” Preguntó.

“¡No por mí, solo que tú se lo digas, veo que la llevas bien con ella. Ella es muy comprensiva e igual de loca que yo, o más!”

Nos volvimos a abrazar, los besos continuaron, ésta vez los sentí más cariñosos. Formamos primero un 69 y terminamos enseñándole yo cómo se hace la tijera y lo que con ella se siente. En ella nos terminamos disfrutando de un último orgasmo, por esa noche.