1. Venganza de una perra de oficina...


    Fecha: 21/03/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... perrita, cumpliré mi palabra.
    
    Me puse de pie obligando a que ella
    
    - Desnúdate y arrástrate hasta aquí – le ordené. ¡NO ME GUSTA ESPERAR! – le grité al ver que no hacía nada.
    
    Entonces ella se desnudó y se colocó a cuatro puntos caminando de esa manera hasta que llegó a donde yo estaba.
    
    Le dí una bofetada. ¡La fiesta comenzaba! Ella comenzó a llorar mientras con su mano se tocaba la zona afectada y las lágrimas comenzaban a aflorar.
    
    Me reí ante sus ojos de incredulidad, le jalé entonces el cabello para que nuestros ojos coincidieran.
    
    - No es por el dinero ¿Sabes? Te haré pagar por aquella noche. Pude ver en sus ojos que recordaba la noche en la que me refería. Al final tendrás el dinero que te prometí siempre y cuando accedas a ser mi esclava durante las próximas horas ¡Es dinero fácil!
    
    - ¿Qué? ¡No! - gritó ella.
    
    - Estás en tu derecho, ponte de pie y lárgate entonces.
    
    Sabía que no tenía otra opción entonces bajó la mirada, sollozó un poco y entonces dijo unas hermosas palabras.
    
    - Continuemos.
    
    Me quité el cinturón y ella me miraba fijamente, caminé en círculos a su alrededor y sin ponerla sobre aviso la tomé del cabello y la arrastré hacia la habitación ignoré su voz, la subí a la cama.
    
    - Comienzo a odiar tu voz, de ahora en adelante ahórrate los gritos o te haré callar.
    
    Le até pies y manos a la cama en forma de cruz con su rostro hacia abajo, era linda, pero en estos momentos y sin esperar solo golpeé ese trasero suyo una vez a fin de que ese tono rosa que tanto me gusta se mostrara, la joya que le había puesto no se había movido. Se la quité en un solo movimiento.
    
    - Ahhhh – gritó nuevamente.
    
    Le dí algunos golpes más mientras ella intentaba ahogar su gritos mordiendo la almohada.
    
    Salí de ahí. El plug de antes me permitió meterle la manguera del lavado sin ningún problema.
    
    - ¿Qué haces?
    
    - Ahora vaciaré esos intestinos tuyos – le dije bruscamente. Vacié el contenido de tres bolsas mientras ella se quejaba por el dolor al tiempo que el líquido la invadía internamente.
    
    - ¡Detente por favor! ¡Duele!
    
    Le coloqué el pequeño pug a manera de tapón mientras ella se retorcía del dolor.
    
    Coloqué entonces una bola en su boca y la ajusté para evitar escuchar sus gritos. Tome una vara y comencé a azotarle por toda la espalda, las nalgas y las piernas, disfrutando de su agonía.
    
    Cuando su piel comenzaba a inflamarse me detuve. La desaté para llevarla nuevamente arrastrando al baño, donde la puse de pie y la obligue a sentarse en el vuelo.
    
    - Retira el tapón – le ordené.
    
    Ella apenas podía moverse, pero retiró el tapón para que todo su contenido saliera de su cuerpo.
    
    Su rostro reflejó alivio, ciertamente no sabía lo que le esperaba. Abrí la regadera con agua fría, para lavar cualquier resto obligándole a restregarse ella misma, aun cuando todo aquello la había dejado algo paralizada.
    
    La empujé hasta llegar al cuarto donde la torturaría…
    
    Ya ahí sus ojos se desorbitaron al ver todos los ...