Las refugiadas - Secretos y traiciones 2 - Relatos Eróticos

Las refugiadas - Secretos y traiciones 2

... que Jose decidirá cambiar de objetivo y desplazar los golpes a sus nalgas.

Cuando estas estaban moradas le dieron la vuelta y empezaron a golpear sus senos con fustas (Pedro les dijo que las cañas le parecían demasiado agresivas en esa zona) para finalizar golpeando con las mismas fustas su abdomen y su pubis.

Tras amoratarle la piel soltaron sus piernas uniendo sus tobillos a una barra de seis centímetros de acero y los elevaron con la grúa dejando su culo completamente fuse de la mesa. José enganchó la atadura de sus senos a otro motor y la elevó dejándola a quince centímetros de la mesa. Juan se tumbó en ella quedando debajo de Anastasia. José lo guio para ayudarle a penetrarla por el ano. Él se subió a un escabel para llegar y la penetro por el coño. Ambos comenzaron movimientos basculantes. Tras diez minutos ambos se corrieron.