1. Las refugiadas - Secretos y traiciones 2


    Fecha: 28/03/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: JBWriter, Fuente: TodoRelatos

    ... Anastasia—. Empieza por desnudarte que puedan ver cómo eres.
    
    Anastasia se acercó a una silla y se quitó la chaqueta que dejó sobre esta. Se separó un poco para moverse y con un pequeño baile se quitó el top dejando ver sus grandes y caídos pechos. Se acercó a la silla y lo depositó sobre el asiento. Volvió al centro y soltando del cierre abrió la falda quedándosela a modo de cortina. La soltó de una mano y estirando la otra la lanzó sobre la silla.
    
    —¡Qué reputa eres! —exclamó José—. ¡Si no llevas bragas ni sujetador!
    
    Ella hizo una reverencia dejando colgar sus tetas.
    
    —Tal como ordena mi Amo.
    
    —Levanta y acércate que te observen —indicó Pedro.
    
    Ella se incorporó y se acercó a los dependientes. José puso su mano en su pubis.
    
    —¿Cómo has hecho para hacerte este tatuaje en relieve?
    
    —Me lo hizo mi Amo. No es un tatuaje, es una marca a fuego.
    
    —Date la vuelta —ordenó Pedro.
    
    Anastasia se fue girando mostrando su espalada a los tres hombres.
    
    —Bonitos tatu —comentó Juan Antonio— ¿También son tuyos?
    
    —En cierto modo —aceptó Pedro—. Si tocáis el de arriba veréis su rugosidad. Es de un amo anterior. No podía eliminarlo, así que lo difuminé y lo disimulamos.
    
    »Este de bajo —señaló al tatuaje de Alexander—, es de su anterior Amo. Un hombre que murió y me la dejó en herencia. Alguien a quien respeto.
    
    —Supongo que tu mentor —aceptó José.
    
    —¿Sería posible —desvió Juan Antonio la conversación—, conseguir a los jóvenes del vídeo?
    
    —No —replicó lacónico Pedro.
    
    —Pero… —Juan Antonio miró a José.
    
    —Nos interesaría mucho —reconoció José.
    
    —No. Uno de ellos cambió de profesión, el otro murió.
    
    —¿Y qué pasó?
    
    —Lo mató el primero.
    
    —Crimen pasional.
    
    —No. Cuestión Profesional.
    
    —¿Cómo puede ser una muerte cuestión profesional?
    
    —Porque alguien lo contrató para hacerlo. Ya os dije que cambió de profesión.
    
    »¿Y ahora preferís al joven que solo podéis tener en el celuloide? ¿o a mi dispuesta esclava?
    
    —¿Podemos pegarla? —preguntó José.
    
    —Sí, pero no señalarla.
    
    —Entiendo llevar cuidado que no se le hagan moraduras.
    
    —Eso no importa —replicó Pedro—. Podéis causarle moratones , siempre que se le vayan en unos días. De hecho espero que le amoratéis bastante la piel. Lo que no podéis es causarle una herida que deje una señal permanente.
    
    Jose abrió un armario y sacó unos cuantos metros de cuerda. Ofreció a elegir a Pedro entre cuerda de cáñamo y cuerda sintética. Pedro optó por la primera. Entre Juan y José fueron atando con rapidez a Anastasia con la técnica del shibari en la que Jose se mostró ser un experto. En apenas minutos Anastasia estaba completamente inmovilizada con los brazos en la parte superior de la espalda y sus senos enmarcados y apretados por el cáñamo.
    
    Entre los dos la tendieron sobre la mesa boca abajo y con sendas cañas de bambú empezaron a golpear alternativamente las plantas de los pies, cuyos tobillos estaban fuertemente unidos. Anastasia se retorció en dos potentes orgasmos antes de ...
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