1. Las refugiadas - Secretos y traiciones 2


    Fecha: 28/03/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: JBWriter, Fuente: TodoRelatos

    ... sobraba para volver, aunque lo pondría a cargar. Entraron hacia el centro norte y seleccionó un parking con cargador de las afueras y puso el coche a cargar. Llegaron para desayunar. Lo hicieron en un bar. Pasaron por varios cajeros y sacó efectivo con todas las tarjetas de Anastasia. Salvo cuando la enviaba sola las guardaba él, porque así lo prefería ella. En esta ocasión se la entregaba y hacía que ella sacase el dinero. También acudieron a un par de cajeros de bitcoin para extraer todo lo que pudieron en efectivo, ya que hasta esto estaba limitado por las leyes antiblanqueo. Llamaron un Uber y acudieron a la central de la tienda de fotografía en la periferia noroeste. Allí entró con la llamada de móvil activada. Le dijeron que tardarían cuatro horas por lo que Pedro le indicó que esperase y que llamase cuando lo tuvieran. Él tomó el metro para ir a otro lugar. Un barrio aún más periférico hacia la zona sur.
    
    La tienda era el típico locutorio de inmigrantes, atendido, como era de esperar, por un magrebí. Se identificó mediante el pedido y pagó en efectivo por las tarjetas. Le indicó que quería probarlas, verificar si funcionaban. Tras varios regateos compro por 250 euros dos teléfonos básicos, posiblemente en otra tienda no le habrían costado ni cien cada uno, pero así lo hizo sin factura ni documentación. Era el coste de la privacidad. A cambio usó la wifi de la tienda para descargar e instalar el WhatsApp y Telegram en ambos teléfonos.
    
    Tras verificar que en ambos funcionaban las dos aplicaciones pagó y salió de la tienda. Apagó ambos teléfonos. Tomó el metro y regresó hacia la tienda de fotografía. Al llegar cerca le sonó la llamada de Anastasia.
    
    —¿Quiénes son esos jóvenes tan guapos? —preguntó uno de los dependientes—. Creo que eres consciente que hemos tenido que ver la película para pasarla.
    
    —Es un antiguo novio… Pero ahora mi… pareja… —Pedro le había prohibido que dijese su Amo en la tienda—. …actual quiere deshacerse de la cinta.
    
    —Nosotros nos podemos hacer cargo de ella.
    
    —No. No. Él quiere hacer algo con ella. Pero quiero la copia. Podéis haceros otra si es rápido.
    
    —Eso ya lo tenemos, pero queríamos jugar con ellos —comentó el segundo dependiente y se rio.
    
    Pedro colgó el teléfono y marcó llamada. Anastasia se extrañó pues creía que tenía la llamada activa. Se preocupó por si había hecho algo mal.
    
    —¿Sí?
    
    —¿Así es como respondes al teléfono? —la riñó.
    
    —Perdón… pero como no quería…
    
    —No quería que les dijeses a ellos, hasta que esté a punto de acudir a ti. Y ahora compórtate como toca y luego dime dónde estás, aunque yo ya lo sepa, ellos no saben que lo conozco.
    
    —Sí Amo. Disculpe, pero no estaba sola y me daba vergüenza. Estoy en la tienda de fotografía de… —Le indicó la dirección que ya conocía y luego fingió colgar—. Rápido dadme la copia, antes de que venga. Si no, no os pagaré.
    
    —Así que tu Amo no quiere que la tengas —se burló el dependiente—. ¿y que nos darás por ella? Aparte del pago, ...
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