Nunca debiste hacerme bullying, rubiecito (3 de 4)
Fecha: 02/03/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM
Gays
Autor: Gavin, Fuente: SexoSinTabues30
... sangraba, pero se acercaba al límite. Sería mejor que lo dejara reponerse.
Lo coloqué boca arriba. Me puse a horcajadas sobre su cuerpo y comencé a masturbarme. El chico había cerrado los ojos, completamente agotado. La química funcionó y pude llegar al cuarto orgasmo. El semen cayó sobre su cara y su pecho. Con mis dedos, recogí todo el viscoso líquido y él, abriendo dócilmente su boca, lo tragó una vez más.
Exhausto, me dejé caer sobre él. Para mi sorpresa, me abrazó.
– Qué bien estuvo eso, Freddy – dijo sonriendo y me dio un beso.
– Sí, fue hermoso, zorrito.
– ¿Ya estoy perdonado?
– Falta muy poco… Ponte boca abajo… Te daré unos masajes…
El chico obedeció y le di unos masajes, pero aprovechando su confianza, saqué debajo de la almohada las esposas que allí guardaba mi papá y lo esposé con las manos en la espalda.
-¡Eh, eso duele…!
-Ya lo sé. Espera un momento.
Michael quedó inmóvil en la cama y yo apagué la cámara. Nuestra orgía de sexo había quedado registrada. Editando algunas partes, sería una película muy caliente. Pero no era mi intención distribuirla.
-Mira esto, muñeco.
Abrió los ojos como platos al ver las imágenes, de alta definición, donde yo lo penetraba una y otra vez, y él gozaba.
– ¿Qué pasa si lo comparto por las redes?
– ¡No hagas eso! ¡Si lo haces, me mataré!
– Bien. Solo quiero que sepas que este archivo está en mi poder y la próxima vez que me molestes, circulará por todo el colegio. Pero si te portas bien, esta fiesta nunca ocurrió. ¿De acuerdo?
– De acuerdo… ¿Me puedes sacar las esposas, Freddy?
– No, vamos al laboratorio.
– ¡No quiero volver a ir allí!
– Todavía no has pagado por todas tus maldades, aunque ya no falta mucho.
– Creí que yo te gustaba… que éramos amigos ahora…
– ¿Por qué? ¿Por qué eres un chico hermoso? Sí, un buen envase, pero sin cerebro ni corazón. Sé lo que hiciste y eso es lo que eres. Simplemente ahora estás asustado y humillado, porque sabes que te puedo lastimar y además ya te he violado varias veces. Sí, ahora eres bonito e inofensivo, como un conejo o un cachorrito. Pero todavía no has pagado la última moneda.
Michael tragó saliva. Sabía que uno deja lo mejor para el final.
(Continuará)