Disfrutando la esposa de un cornudo sumiso. - Relatos Eróticos

Disfrutando la esposa de un cornudo sumiso.

... la última, le harás un favor, lo está deseando y lo harás feliz.

Mis dedos volvían juguetear alrededor de sus braguitas con suavidad. Carlos sentado detrás de mí, podía escuchar su respiración acelerada, estaba a cien con la situación y lo que estaba haciendo con su mujer. Podía notar la excitación de los dos, mis dedos otra vez en su interior empapados por su placer. Acelere el ritmo, la follaba con los dedos mientras apretaba su clítoris con la palma de la mano. Los latidos de su corazón, el color de sus mejillas y los movimientos de sus labios dejaban campo libre para seguir con mi juego.

-Mira que te espera.

Cogí su mano y la posé de nuevo sobre mi polla que ya se encontraba bombeando a punto de reventar bajo el pantalón. Su ritmo cardíaco se aceleró aún más. Seguía trabajando su entrepierna, su cintura se tenso, estaba a punto de correrse pero no podía permitirlo, tenía que mantenerla caliente hasta que llegáramos al apartamento. Saqué mi mano bruscamente con la excusa de que se acercaba un camarero.

-Aquí no podemos seguir. Se que estás deseando. Vamos a hacer una cosa. Yo voy al apartamento, os espero allí, si vas bien, si no pues nada. No nos volveremos a ver. ni te molestare. Su marido dijo algo que no llegue a entender.

-Cállate, no estoy hablando contigo. ¿No ves que hablo con ella?. Hoy manda ella.

-Preciosa. ¿Quieres que vayamos al apartamento y acabemos esto como se debe acabar?

-Ve a por eso. -Ordenó a su marido mientras apretaba con fuerza mi paquete.

-Donde va?

-En el baño hay una máquina de preservativos.

Carlos se levanto y fue al baño, la cogí de la mejilla y atrayéndola hacia mi la bese, jugueteamos con nuestras lenguas y nos besamos hasta que su marido volvio.

-Os están mirando.

Los dos lo ignoramos y seguimos comiéndonos la boca unos segundos más. Me separe de ella, apunté la dirección en una servilleta, me levante y se la di a su esposo..

-Traemela aquí, está cerca, cuando acabes la copa vais, os espero, mientras me ducho y preparo.

Llegué al piso, era el típico apartamento turístico de un dormitorio, baño, una sala de estar con una pequeña cocina, mesa, cuatro sillas y dos sofás delante de una televisión pequeña, no era nada del otro mundo, pero perfecto para lo que necesitaba. Mi amigo me había preparado una botella de whisky, ron, ginebra y hielo, los cogí y los dejé en la encimera, encendí un par de velas y puse la tele con el canal de música Kiss Fm. Me di una ducha, revisé el dormitorio, cogí una silla del salón, la coloque a los pies de la cama y me senté en el sofá a esperar que llegaran. A los 10 minutos sonó el telefonillo. Lo descolgué.

-Subid

-Buenas noches, ¿Cómo está mi parejita preferida?

-Bueno..Aquí estamos. –Contestó mientras su marido caminaba tras ella-.

-¿Estás más relajada?

-No se….

Espere que entrara, cerré la puerta y la agarre por la cintura desde atras, para dejarla de frente a su marido, mi mano izquierda acariciaba su vientre mientras ...