Disfrutando la esposa de un cornudo sumiso. - Relatos Eróticos

Disfrutando la esposa de un cornudo sumiso.

... puedes llamarla como quieras. Contestó sin dejar de mirar la copa.

-Te noto indeciso. Hay una cosa que tenemos que acordar antes de seguir, está claro que te gusta que te humillen, necesito saber hasta dónde quieres llegar, ¿Qué te gusta y que no?. Dónde ponemos el límites.

-No estoy indeciso, quiero hacer esto pero es la primera y es raro, no sé..

-Ok, vamos a hacer una cosa, iré subiendo el nivel, cada vez tu humillación será mayor, cuando llegues al máximo que puedas soportar me lo dices. ¿Vale?

-¿Qué tipo de humillación?

-Verbal, física y sicológica. Iré subiendo el nivel a ver cuanto aguantas.

-Vale. ¿Y qué te digo cuando no aguante más? ¿Hay alguna palabra clave o algún gesto?

-No cornudito, jajaja, eso solo pasa en las películas, cuando no aguantes más, simplemente dime: “Eso no me gusta” o lo que te salga de las pelotas, no hace falta ninguna palabra clave. Te prometo que haré de ti el cornudo que te gustaría ser y tu mujer sera mi puta. ¿Quieres?

-Si. Pero solo una cosa.

-Dime

-Si llegáis a hacerlo tienes que usar condón siempre.

-Como quieras, veo razonable que no quieras criar al hijo de otro.

-No es por los embarazos, toma la píldora, es por las enfermedades.

-Como quieras, me la follare con condón. Pero te recuerdo que ya me corri en tu boca y algo tragaste. Jajaja.

-Por favor.

-Vale, pero tienes que comprarlos tu y hazlo ahora porque hoy me follo a tu mujer.

-Vale, yo los compro.

Ana salió del baño dirigiéndose hacia nosotros.

-Joder cabron, que buena esta tu mujer, voy a rellenar todos sus agujeros mientras miras y aprendes.

Me miró sin saber que decir, seguidamente dirigió su mirada a su mujer que se contoneaba en nuestra dirección.

-Os dejo un ratito, tendréis que hablar a solas.. Voy a llamar a mi amigo para que me prepare el apartamento.

Mientras hablaba con mi amigo para que preparara el apartamento observaba a la pareja, hablaban cogidos de las manos, le decía algo al oido mientras ella negaba con la cabeza. Acabe de hablar por teléfono pero seguí con él pegado a la oreja para darles un poco más de tiempo. Aún permanecían cogidos de la mano cuando llegué a la mesa.

-Hazte a un lado –Ordene a Carlos mientras me sentaba entre los dos.

Acerque mis labios a su oído, la agarre de la mano mientras con la otra le acariciaba sus muslos.

-¿Qué te pasa preciosa? ¿No estás segura de lo que vas a hacer?. Porque ya se que quieres hacerlo, vas a venir conmigo, te voy a desnudar muy lentamente, sin prisas, voy a besar cada rincón de este precioso cuerpo, haré que te estremezcas con el roce de mis labios por toda tu piel, después te follare como nunca te han follado, voy a hacer que grites de placer y pierdas la cuenta de las veces te has corrido. Y todo esto delante de tu marido.

Su piel se erizo y miró a su marido que permanecía en silencio con su mirada clavada en los ojos de su esposa.

-No lo mires, él quiere verte con otro hombre y hoy lo va a ver, y no será ...