1. Las vecinas beatas 7


    Fecha: 22/02/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: CacharroLoco, Fuente: TodoRelatos

    Empieza un nuevo día en mi piso, con las chicas muy resacosas. Y Julia me recuerda que tengo que castigar a una sumisa, que fue muy mala, y muy puta.
    
    Al día siguiente ya esperaba otro espectáculo, con las chicas despertando de su gran borrachera.
    
    Y efectivamente, había dos baños, pero eran tres chicas. Y Julia no espero, y se vino a la cocina corriendo, y me dijo camino a la pica:
    
    -Perdona cariño, hay cola- y vomito en la pica.
    
    -Ya lo sabía yo- dije levantándome, y saliendo a la terraza a seguir con mi café y mi cigarro.
    
    Les pedí zumos de tomate, y cuando llegaron, se los dejé en la cocina y me fui a la oficina. Ya se los daría, cuando volviera, y dejaran de vomitar.
    
    Volví y ya se los bebían, esparcidas por el sofá con muy malas caras. Chochín ya conocía este remedio y no se encontraba tan mal, pero tampoco para tirar cohetes. Les di sus besos de buenos días, sabor a tomate, y Julia me dijo:
    
    -Aprovecha y le das su castigo a “quien ya tú sabes”.
    
    -¡¿A quién?! Yo quiero ayudarte- me dijo Chochín despejándose de golpe de su resaca.
    
    -No, tu dame mimos y cuídame- le dijo Julia con voz de niña mimada.
    
    Y chochín se sentó a su lado, recibida por los brazos y la sonrisa de Julia.
    
    -Bueno, curro un rato y ya vere.- Le dije, sin acordarme ya, de Concha y su calentón en el restaurante.
    
    -Lurdes no entendía nada, pero la pobre no hablo, por miedo a volver a vomitar.
    
    Al rato de estar trabajando y viéndolas ir y venir del baño, se me subió a la pierna Chochín, mandada por Julia, y me empezó a besar el cuello y a jugar con sus deditos por mi cuerpo mientras trabajaba. Después de diez años, ya sabía qué hacer para ponerme cachondo hasta cuando no le hacía caso.
    
    Y en media hora, ya me tenía la polla como un mástil, y su pequeña mano me pajeaba, colada por la pernera del pantalón.
    
    -Que peligro tienes cariño- le dije al darme cuenta.
    
    Le besé el cuello, se lo mordí y le dije al oído:
    
    -Mi ninja violadora. -y se echó a reír picarona.
    
    No sé cómo lo hacía, pero tenía el don de ponérmela dura sin darme cuenta. Igual aplicaba sus enseñanzas de carterista, de su vida anterior. Si estaba haciendo algo concentrado, cuando me daba cuenta, reía sabiendo lo que había hecho. Muchas mañanas me despertaba, con ella ya metiéndosela y riendo. Me volvía loco “mi ninja violadora”.
    
    -Quiero ir mi amo- me dijo al oído mordiéndome la oreja.
    
    -Si no sabes quién es- le dije ya sobando su culito.
    
    -Me da igual, pero seguro que esta buena- me respondió.
    
    -Diez años sin querer jugar con chicas, y ahora te quieres poner las botas- le dije sonriendo.
    
    -No sé, me daba asco, pero con Julia se me ha quitado- me respondió apretando más mi polla.
    
    -Vale, pero sabe que estoy con Julia, que no se te escape. Es muy importante.- le dije sacándole una sonrisa maléfica.
    
    Me soltó la polla y salto al suelo contenta.
    
    -Nos vamos a mirar una cosa -les dijo a las chicas, que no le hicieron ni caso con el resacón que tenían.
    
    Concha tembló al ...
«1234...10»