1. Sesión de ballbusting (Parte II)


    Fecha: 13/02/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Jspank91, Fuente: SexoSinTabues30

    ... con ganas (AAAYY), pero al estar ahora agarrado por Nataly no se pudo mover.
    
    Ahí no acababa la actuación de Carla, se le acercó y ahora le dio un rodillazo. (PUUUMM). (AAAAHH), gritó Jack con todas sus fuerzas. Nataly sorprendida lo soltó, y éste se cayó al suelo de culo por el fuerte dolor que le había causado el rodillazo. Ahora Carla se le acercó y le pisó los huevos con su pie derecho descalzo. Lo hizo con suavidad, pero estuvo unos segundos apretando. Nataly de mientras, aprovechando que Jack estaba con el culo en pompa, le dio un fuerte latigazo en las nalgas (ZAAAASSS). (AAAYY) Jack gritó, aunque el dolor era mucho más soportable que el soportado en sus huevos.
    
    Ni en sus peores pesadillas imaginaba el castigo que le estaban sometiendo esas dos dóminas, pero él seguía aguantando para demostrar su resistencia.
    
    El siguiente golpe fue el límite de esa resistencia. No le había dado tiempo a levantarse cuando Mistress Nataly le dio una fuerte patada con sus pesadas botas de cuero (PUUUUUM). (AAAAAYY) gritó Jack con todas sus fuerzas. Había sido el dolor más grande que jamás había soportado, pero Nataly no contenta con el fuerte puntapié quiso también pisotearle los huevos. Pero fue tan sádica que lo hizo con su afilado tacón, hincándoselo sin compasión. Jack no pudo soportar semejante dolor y comenzó a chillar y a llorar.
    
    – Joder tía, te has pasado. Le dijo Carla. Se acercó y miró los huevos de Jack por si tenía sangre o le había dejado marcado el tacón. Pero no había llegado a tanto y sólo seguían muy rojos y bastante hinchados.
    
    – Lo siento, me he dejado llevar. ¿Estás bien, Jack? Preguntó Nataly con preocupación.
    
    Jack no paraba de llorar y quería decir que pararan ya los azotes, pero antes de que pudiera contestar, Nataly le iba a recompensar por su aguante y en cierta medida para que la perdonase por su crueldad. Se puso de rodillas y sin que lo esperase Jack, que seguía con los ojos tapados, comenzó a hacerle una buena mamada. Carla no se quedó atrás y comenzó a chuparle los huevos. Ambas estuvieron esmerándose durante un buen rato, y Jack ahora gemía y gritaba sin parar, pero esta vez de placer.
    
    Finalmente y tras más de cinco minutos de intensa mamada, Jack se corrió y pusieron el colofón final a esa noche que aquel sumiso y la pareja de dóminas nunca olvidarían. 
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