1. Rosa, sometida y torturada VIII


    Fecha: 27/03/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Ladyrosa, Fuente: TodoRelatos

    ... tercero me introdujo su polla de golpe, sin esperar, produciendo un dolor terrible, solo superado por el dolor que me estaban provocando en las tetas.
    
    Podía oír como todos los presentes o bien la mayor parte de ellos los iban animando. Cuando el que me follaba llegó al orgasmo, otro ocupó su lugar y este me sujetó un pecho para ponerse a chupar del pezón, mientras su compañero seguía poniendo mi otra teta roja a guantazos.
    
    Esto se repitió con los tres primeros hasta quedar satisfechos, dando paso a los tres siguientes, que se dedicaron a golpear, morder y chupar mis pechos, mientras se iban turnando en follarme.
    
    Había perdido ya la cuenta de los que me habían follado, cuando alguien de los que estaban esperando para participar, cayó en la cuenta de los instrumentos que había delante de mí sobre la plataforma y cogiendo dos tenazas, se fue dedicando a dar pellizcos por todo mi cuerpo y con especial ensañamiento en mis pechos, empezando por el lado de las axilas y poco a poco ir acercando los pellizcos hasta el centro de mis enrojecidas tetas y sujetar los pezones para apretar como si quisiera cortarlos, tirando fuerte de ellos alargar mis dos tetas como si fueran de goma.
    
    Podía ver mis pezones segregando leche debido a la presión tan enorme a la que estaban siendo sometidos, mientras que mi vagina estaba siendo sometida a un terrible mete y saca, por otro de los participantes.
    
    A pesar de haber terminado esos tres corriéndose dentro de mí, no había terminado mi suplicio, ya que otros tres pillaron su turno y cogiendo un cubo de agua, me lo echaron por encima y limpiaron mi vagina con los restos de mi vestido, que cogieron del suelo.
    
    El efecto del agua fría consiguió reanimarme y con eso, hacer más perceptible mi dolor. Ahora era más consciente de lo que me pasaba, ya sea por el agua fría o por que se estaban pasando los efectos de la droga y podía sentir el dolor de los pechos y vagina muy claramente.
    
    Otra vez volví a sentir como era follada por el que me había remojado y los otros se dedicaban a jugar con unas agujas, pinchando aquí y allá en mis tetas alrededor de los pezones, pero sin dejar clavadas las agujas. Pinchaban para a continuación volver a pinchar, recorriendo con los pinchazos mis pechos.
    
    Podía ver como se iban cubriendo de puntos rojos, donde las agujas habían sido introducidas, con algunas gotitas de sangre en los pinchazos más profundos. Cuando el que me follaba llegó al orgasmo, se cambió por otro y este eligió para torturarme una aguja más fina y afilada, para completar la tortura de sus compañeros, pero éste escogió la aureola y pezón, para pinchar y dejarlo como un alfiletero, todo repleto de pinchazos.
    
    Los más dolorosos eran los que hacía en la punta del pezón, dejándolo todo ensangrentado. Una vez dejó de pincharme el pecho, otro se puso a follarme dejando el sitio en mi teta al que ya se había corrido, para copiar de su compañero y pinchar repetidamente mi otro pezón.
    
    Curiosamente, los pinchazos ...
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