1. Rosa, sometida y torturada VIII


    Fecha: 27/03/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Ladyrosa, Fuente: TodoRelatos

    Rosa, Sometida y torturada VIII
    
    Estaba siendo llevada medio en vilo entre dos hombres, a los que no podía ver sus rostros, pero eran enormes y tan fuertes que para ellos yo no parecía pesar apenas, pues mis pies apenas tocaban el suelo.
    
    El túnel por el que era llevada terminaba en un rectángulo de luz, que poco a poco se iba ampliando a medida de que avanzaban conmigo medio colgando de los brazos.
    
    Mis pensamientos estaban embotados como si me hubieran administrado alguna droga y no era capaz ni de protestar. Me tendieron en el suelo encima de unos maderos en forma de cruz, para seguidamente sentir como sujetaban mis brazos al travesaño. Así inmovilizada me abrieron las piernas y después de abrir mi vestido de un tirón, arrancando los botones que saltaron con fuerza en todas direcciones, se pusieron jugar con mis expuestos pechos, pellizcando los pezones y haciendo entrechocar ambas tetas entre sí.
    
    Después de llevarse los dedos a la boca y chuparlos manchados de mi leche, uno se agachó a chupar directamente de mi pezón, mientras el otro se bajó los pantalones y me folló allí delante de todo el público. No hubo preámbulos ni precalentamiento, por lo que la penetración fue en extremo dolorosa. No era darme placer lo que buscaban, ya que por los mordiscos que me daban en las tetas y la violencia con que me follaban, lo dejaba bien claro.
    
    Una vez satisfechos sus deseos y de correrse ambos en mi vagina, pusieron la cruz de pie en un agujero dispuesto en el suelo y abriendo mis piernas, las ataron a dos argollas fijadas en el suelo. Estaba pasando por lo mismo que había visto en el video del ordenador, pero esta vez era yo la víctima.
    
    En medio de un escenario, rodeada de espectadores y alumbrada por varios focos, que me deslumbraban y me impedían ver a quienes me rodeaban, estaba yo, atada de brazos y pies a una cruz, pero a nivel del suelo, puesto que mis pies estaban bien apoyados y eso me daba cierto alivio en los brazos y hombros, aunque al estar mis pies atados, quedaba en una situación muy tensa y apenas podía moverme.
    
    Podía escuchar como en la distancia, en medio de mi sopor, ofertaban el poder follarme por muy poco dinero y como se formaba una hilera enorme de candidatos. Podía ver como se sorteaban y disputaban por ser los primeros en follarme, e incluso se compraban el turno.
    
    Por si esto fuera poco, pusieron una plataforma de madera delante de la cruz, donde podía ver infinidad de instrumentos de tortura, desde tenazas hasta enormes agujas, iguales a las que había visto atravesando los pechos de Cristina.
    
    No pasó mucho tiempo, cuando tres participantes se adelantaron del resto que esperaban ansiosos por intervenir y empezaron a terminar de desnudarme, arrancando la ropa a tirones. La estaban desgarrando dejando mis pechos al descubierto, así como mi vagina y dejando solo unos jirones de tela colgando de mis brazos.
    
    Una vez desnuda no perdieron el tiempo, ya que mientras dos se dedicaban a golpear mis tetas, el ...
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