1. Doña Rodríguez. — Capítulo II. El Lazarillo de Tor


    Fecha: 01/02/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: ntr, Fuente: TodoRelatos

    ... todos de aquí no se va nadie. —Declaró tajante la profesora.
    
    Se oyeron refunfuños y volví a estar en el punto de mira. Era el único que quedaba por entregar el examen.
    
    —¡Vamos, Marcos! ¡acaba de una puta vez! —Protestó Kevin.
    
    —*Shhhhhhhhh…* —Dña. Rodríguez le llamó la atención. —Marcos, yo también tengo prisa… —Me apremió.
    
    Miré suplicante a Dña. Rodríguez y ante su apatía hice la hazaña más vergonzosa de mi vida. Apreté el culo con fuerza y me levanté, despegando la ventosa del asiento. Todavía tenía el culo al aire y la base del consolador asomaba entre mis nalgas así que utilicé el folio del test para taparme medio-disimuladamente el trasero.
    
    —Tome. —Le dije a Dña. Rodríguez al dejar mi examen sobre la mesa.
    
    El sonido de las sillas arrastrándose se hizo melódico para mí. Todos se levantaron dispuestos a irse cuanto antes. Yo me quedé junto a Dña. Rodríguez, con cuidado de no volverme.
    
    Al menos aquella pesadilla había terminado.*Flip*Resbalé frente a la clase y caí de culo, hincándome hasta el fondo el consolador de mi profesora.
    
    —¡Ooo.OOoO0Ooh! —Chillé con agudeza.
    
    Todos se rieron de mí, especialmente Dña. Rodríguez, que me citó nuevamente después de clase.
    
    …
    
    Una vez quedamos solos en el aula hice el amago de sacarme el consolador y Dña. Rodríguez me lo prohibió.
    
    —¿Has visto como cuando quieres eres listo? —Me declaró.
    
    —¿Qué…? —Respondí confuso.
    
    —Lo que has hecho para entregar el examen. —Concretó. —Te las has ingeniado y has sido creativo. Te felicito.
    
    —Gracias… —Dije yo, sin mucho ánimo tras tanta humillación.
    
    —De nada, capullo. Ahora fuera de mi puta vista que tengo exámenes que corregir…
    
    …
    
    Salí. No quedaba nadie en el pasillo. Me cubrí como pude con las manos y corrí desesperado al baño del instituto. Temblaba como un flan y sudaba como un cerdo. La sesión intensa de vibración en mi intestino me había dejado cachondo perdido.
    
    Entré al baño, me metí en un cubículo y ni siquiera cerré la puerta. Consciente de que con la jaula de castidad me era imposible masturbarme recurriría a estimularme la próstata. Me arranqué el consolador de cuajo y coroné la tapa del wáter con él, me quité los pantalones como si me ardieran y me senté sobre la polla de goma.
    
    Me dejé llevar para acentuar el placer con prisa por llegar al orgasmo. Puse los ojos en blanco saqué la lengua, que goteaba restos de saliva. *Ah, aAAhhH, UuuUuh…* Mi pobre pito enjaulado se movía frenético al son de mis botes sobre el consolador. *JodDeErr, Síi…* Me corrí sobre la tapa del retrete y suspiré satisfecho.
    
    Centré la mirada y descubrí a Carla en frente de mí. Me había metido en el baño de las tías…
    
    —C-carla… P-puedo explicarlo…
    
    Se aceptan sugerencias para el siguiente capítulo, así como correcciones para este.
    
    *Mención de honor al/a la autor/a ‘rosameler12’
    
    Gracias por leer. Aprecio comentarios. 
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