1. Doña Rodríguez. — Capítulo II. El Lazarillo de Tor


    Fecha: 01/02/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: ntr, Fuente: TodoRelatos

    Doña Rodríguez. — Capítulo II. El Lazarillo de Tormes.
    
    Al día siguiente, como estaba mandado, llegué a clase 10 minutos antes de que esta comenzara y me encontré el aula abierta.
    
    —¿Se puede? —Solicité tras la puerta.
    
    —Entra. —Ordenó Dña. Rodríguez despreocupada, sin mirarme si quiera.
    
    Obediente me metí en el aula, descubrí un libro sobre cada mesa pues los jueves siempre hacíamos ‘lectura de clásicos’.
    
    —Bájate los pantalones. —Me ordenó la profesora. —Hasta los tobillos. —Puntualizó.
    
    Como de costumbre obedecí. Me desabroché la bragueta y misjeans cayeron al suelo, dejando al descubierto mi poca hombría. Por fin Doña Rodríguez se dignó a mirarme, aunque no fuera a la cara. Se le escapó un soplido nasal y una sonrisa socarrona. Miré hacia arriba y comprobé el led tintineante del techo.
    
    —¿Has tenido problemas al despertar? —Me preguntó graciosa, refiriéndose a mi erección matutina.
    
    —Bueno, ha dolido un poco pero ya se me ha pasado. —Confesé.
    
    —Ponte los pantalones. —Me indicó. —Ven.
    
    Me aproximé a su mesa. Dña. Rodríguez abrió uno de sus cajones y sacó uncutter.Con un gesto me indico que me diera la vuelta y así hice.*RRRAS* *Risss* *Ras, Raaas, Ras*Miré sobre mi hombro mi reflejo en la ventana, me había rajado la parte trasera de mis pantalones. Se me veía la raja y gran parte de las nalgas.
    
    —¡O-oiga, pero ¿Qué hace?! —Pregunté ante mi asombro.
    
    —Calla y siéntate en tu sitio. —Espetó hastiada.
    
    Avergonzado y con el culo descubierto emprendí el camino a mi pupitre. A medida que me acercaba distinguí un consolador de ventosa de unos 20 cm de largo sobre el asiento de mi silla.
    
    Volví mi mirada a Dña. Rodríguez, que me sonreía malévola.
    
    —¿A qué estás esperando? Tus compañeros están al caer… —Me advirtió.
    
    No me dio tiempo a replicar nada cuando apareció puntual Carla, que pedía permiso para entrar.
    
    —¡Adelante! —Dña. Rodríguez la invitó a pasar.
    
    Rápidamente me abalancé sobre mi asiento y me clavé de golpe el consolador entero, de la impresión se me escapó un breve gemido. —*Ah…*
    
    —Hola. —Me saludó cordialmente Carla.
    
    —Ho-hola. —Le devolví el saludo con cara de circunstancias.
    
    Dña. Rodríguez se reía tras la carátula abierta del libro de lectura.
    
    Mi culo palpitaba del dolor de dilatar tan repentinamente. Me retorcía en mi asiento a medida que iban entrando uno a uno mis compañeros de clase.
    
    …
    
    —Hoy vamos a leer ‘El Lazarillo de Tormes’ que como bien sabréis fue publicado en el siglo XVI bajo un seudónimo anónimo. Nos iremos turnando aleatoriamente por párrafos, así me aseguraré de que todos estéis atentos a la lectura. —Indicó la profesora.
    
    Nerviosísimo hacía lo posible por disimular mi propio empalamiento.
    
    Me sentaba en segunda fila por el centro de la clase, a la vista de cualquiera.
    
    —María, empieza tú. —Señaló Dña. Rodríguez a la susodicha.
    
    María hizo lo propio y empezó a leer. Apenas podía concentrarme para seguir el texto, el consolador me incomodaba demasiado, pero sabía ...
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