Doña Rodríguez. — Capítulo II. El Lazarillo de Tor - Relatos Eróticos

Doña Rodríguez. — Capítulo II. El Lazarillo de Tor

... que en cualquier moment*—¡Marcos! Te toca. —Sentenció la profesora.

—¡Ah! S-sí, c-claro. —Asentí nervioso y me dispuse a leer. —“En este tiempo vino a posar al mesón un cie*—¡Más alto! —Me interrumpió. —Los de la última fila no te oyen. —Justificó.

—P-perdón. —Me disculpé, y retomé desde el principio. —“En este tiempo vino a posar al mesón un ciego, el cual, pareciéndole que yo sería para adestralle, me pidió a mi madre, y ella me encomendó a él, diciéndole como era hijo de un buen hombre, el cual…”

…

—Antes de acabar la clase os haré un pequeño test para comprobar si habéis entendido o no la obra.

Se oyeron resoplidos de fondo a lo que Dña. Rodríguez frunció el ceño. Gruñó y repartió en mesa una fotocopia a cada uno. A mí me la ofreció desde lejos, la muy zorra sostuvo la fotocopia a la distancia justa para que tuviera que levantar el culo del asiento para alcanzarla, una vez la tuve volví a sentarme de golpe para evitar ser visto.

—Las preguntas os las proyectaré. —Declaró laprofe y volvió a su escritorio.

Dña. Rodríguez abrió otro de sus cajones, sacó el mando del proyector y pulsó el botón de encendido *Vzzzzzz…* Mi culo empezó a vibrar. Abrí los ojos como dos putos platos. Aquel no era el mando del proyector…

—Qué raro… —Musitaba la profesora, mirando por encima de las gafas. —¿Alguien sabe cómo va esta cosa? —Consultó inquieta.

*VZZZ*Dña.Rodríguez, inconsciente, probaba botones mientras yo convulsionaba en mi asiento *vZzzZzZZzzzZ* La vibración se hacía más intensa en el interior de mi recto. Toda la clase buscaba con la mirada el causante del sonido vibrante.

—¡Ah! ¡Ya sé, es este! —Declaraba orgullosa, y apretó el botón más grande que había.

—¡¡aAaAAaaAaAaAAAaAAaaAAAaaaAAaAaaaAaAaaAAhHhh!!—Aullé involuntariamente.

Todas las miradas confluyeron en mí y aproveché la atención.

—CreEeOOo que eL mAndOo del p-proyector n-no es EeeSEe… —Dije temblando titubeante.

Doña Rodríguez miró fijamente el aparato y reparó en su error, se llevó las manos a la boca y empezó a reír a carcajada limpia. *JAJAJAJAJA...*

—¡Claro! ¡Qué tonta! Este no es el mando del proyector. —dijo entre risillas, como si no hubiera pasado nada.

La clase entera alucinó, era la primera vez que veían a laprofe de Lengua reír, y mucho menos a carcajadas. Esperaba que fuera suficiente para hacer olvidar mi entonación de maricona atravesada…

Comencé el test junto con el resto, según leía las cuestiones encontré una frase burlona escrita abolientre párrafos… ‘¿Te lo estás pasando bien, puta? 💕’

…

*Riiinggg…*

—¡Se acabó el tiempo! Entregadme los test, mañana os los daré corregidos. —Informó la profesora.

Uno tras otro mis compañeros se fueron levantando a depositar sus respectivos exámenes sobre la mesa de la profesora, quien seguía jugueteando con el mando inapropiado de cuando en cuando. Yo permanecí en mi asiento por motivos obvios.

—¿Nos podemos ir ya? —Preguntó alguien tras de mí.

—No, hasta que no lo entreguéis ...