Aventuras Dominantes. Parte 5 - Relatos Eróticos

Aventuras Dominantes. Parte 5

Había pasado bastante tiempo desde nuestra última aventura de dominación, hacía mucho que ninguno de los dos sacábamos el tema, por esa razón la pregunta de Marta me sorprendió.

-Oye papi -. Dijo mientras se recostaba en el sofá después de comer.

-Dime mami -. Dije yo mientras recogía los platos.

-¿Dejarías que otro hombre me dominara? -. Preguntó de golpe.

A mí casi se me caen los platos de las manos. Marta soltó una carcajada al verme.

-A ver, me explico -. Continuó. -Es que el otro día una amiga del trabajo me contó que se había echado una especie de amante por internet -.

-¿Quieres echarte un amante? -. Pregunté poniendo una cara seria falsa.

-Calláte tonto, deja que te explique -. Rió mientras hacía un gesto de que me sentara con ella en el sofá.

Dejé los platos otra vez en la mesa y me senté a escuchar que tenía mi mujer en esa cabecita suya.

-Pues eso. Me dijo que hablaba con él y el chico pues le pedía cosas sexys y eso. Fotos con lencería y videos masturbándose y cosas de esas -. Notaba las palabras de mi esposa con cierto aire de timidez.

-¿A ti te excita eso? -. Pregunté sin rodeos.

-Un poco -. Contestó con cierta vergüenza mirando al suelo. No pude evitar reír acariciándola.

-Déjame darle una vuelta al asunto -. Dije levantándome del sofá y volviendo a coger los platos.

Sinceramente me gusta mucho cuando Marta toma la iniciativa en este tipo de juegos. Admito que me excita bastante, así que me tomé como algo personal el encontrar arreglo a esa pequeña fantasía que tenía mi esposa.

El resto de la tarde lo pasé navegando por internet, buscando información sobre diferentes páginas, apps y demás. Probando, descartando, hasta que di con una que parecía que cumplía lo que estaba buscando.

Ninguno de los dos comentamos nada más en todo el día sobre el tema que había surgido en la sobremesa, hasta que en la tranquilidad de la noche decidí empezar el juego.

-Dejame tu móvil -. Le dije a Marta. Quien me lo entregó con cierta timidez, intuyendo lo que podía empezar a ocurrir.

Instalé una de esas aplicaciones tipo ruleta en las que va apareciendo gente y si te gusta pues hablas y sino pues pasas al siguiente. Le creé un perfil con una foto que tenía, con un vestido de fiesta negro y blanco que le hacía un cuerpo espectacular, y le devolví el teléfono.

- Ya está, “Marty” -. Le dije riéndome. En el nombre de perfil no me había roto mucho la cabeza.

-¿Y que hago? -. Me dijo algo nerviosa.

-Pues vas pasando perfiles hasta que encuentres uno que te guste, o una, eso ya depende de ti -.

-Prefiero uno -. Dijo riendo.

Me levanté de su lado y me fui a fumar dejándola sola pasando perfiles. Admito que la situación me resultaba muy erótica, pero tampoco sabía como podía ir la cosa.

-¡Ven papi! -. Me grito al rato desde el salón.

Volví y me enseño la foto de un hombre, que aunque no ponía la edad, aparentaba tener algunos años más que yo. La verdad es que era bastante atractivo, algo ...