1. Bikers Ciclistas


    Fecha: 29/08/2019, Categorías: Dominación / BDSM Fetichismo Gays Autor: AlbertYag, Fuente: SexoSinTabues30

    Continúan las aventuras en la isla… y nosotros continuamos descubriendo sus misteriosas instalaciones
    
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    Capitulo
    
    Entrenamiento en la bicicleta estática del gimnasio
    
    Si bien a muchos chavales les gustaba el baloncesto para ver pendular las pollas y los huevos de los jugadores dentro de aquellos largos (hasta la rodilla) y holgados pantalones en los saltos y movimientos, o les gustaba el fútbol para ver a 22 jugadores guapos en pantalones cortos manchándose de verdín, o la lucha libre para ver marcar paquete en los petos ajustados que no dejaba nada para la imaginación, un deporte que causaba pasión era el ciclismo. Había varios equipos y tenían un circuito alrededor de la isla, pero habitualmente entrenaban en bicicletas estáticas en el gimnasio.
    
    Doce corredores, marcando paquete, se disponían ahora a entrenar en aquellos estrechos sillines afilados cual penes, en el gimnasio cerrado. Había rubios, morenos, pelo largo, corto, lacio, todos ellos fibrados (el deporte del ciclismo les hacía tener las piernas en forma).
    
    Colocadas en varias filas estaban las bicicletas estáticas en el gimnasio, y los doce empezaron a pedalear e ir sudando. El maillot empezó a pegarse y marcar abdominales, y aquellas pollas se iban calentando con el roce de aquellos sillines que ocultaban en su interior en un agujero que se abrió con un sistema automático cuando sin que nadie se percatara cuando los chavales se subieron a las bicis, penes de plástico.
    
    Esta era otra parte del entrenamiento. Justo cuando empezaba la parte dura, de simulación de montaña, y aquellos hombretones se habían puesto de pie sobre los pedales, de la plataforma del sillín aparecieron unos consoladores no enormes, pero sí del tamaño de unas buenas pollas de 17 centímetros.
    
    Cuando David, rubio de pelo lacio bajó su culotte sobre lo que creía que era su sillín, aquel pene desgarró su culotte traspasando su ano. David se levantó como un resorte. Aquello le había pillado por sobresalto. Aquel dildo había rasgado su tela y le había dejado el culo al aire.
    
    David tenía los estribos de los pedales enganchados, y no se podía bajar de la bicicleta estática, que estaba programada para un programa de entrenamiento largo, que no había hecho más que acabar de empezar. La máquina simulaba ir cuesta arriba con lo que David se estaba cansando, que era lo que pretendía aquel programa. No había escapatoria. David siguió de pié, pedaleando, pero aún le quedaba media hora de programa. Era un programa de V invertida, o sea, simulaba primero la escalada en bicicleta a un alto de montaña y después de llegar a la cima, la bajada. El programa de entrenamiento duraba 45 minutos y los 22 primeros eran subida y el resto bajada. ¡¡Y aún quedaba media hora!! Así que David estaba en plena subida.
    
    David estaba exhausto, sudando a chorro. Cogió el bidón que la bici tenía para beber sin saber que el agua tenía un narcótico relajante.
    
    Entre lo cansado que estaba y el agua que acababa de ingerir ...
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